Cuento
Mario Luis Altuzar Suárez
…exquisito! Al disponerse el sol a su descanso, es como transegar el vino como supuesta catarsis, un té de petroselinum crispum o sativum fortalecerá nuestro templo consagrado al servicio de la Luz y lo blindará de visitantes agresivos y así, exorcizará las lágrimas a nuestros caros fraternos que, indecisos se muestren entre buscar su heredad que asegure su presente o bien, ungir a nuestro cuerpo en la despedida…
Susurro a la persona más cercana: ¿Qué dice que dice?
-¡Qué tomes un té de perejil por la tarde!
-¿Tantas palabras para esa frase?
-¡No! También dijo que así evitarás ser un número en la pandemia actual, ¡qué no mueras! Y evitarás las lágrimas de tu familia así como su indecisión entre buscar la herencia o atender tus funerales. ¡Simple!
-¿El perejil?
-¡Claro! Tiene muchas propiedades esta planta de la zona central mediterránea. En té, es bueno para liberar nuestros pulmones, por sus poderes de la clorofila y alcalinizante. Aunque son muchas más que ayudan a todo el organismo, como riñones, aparato digestivo y anemia. Es buena el agua de piña de perejil, ¡exquisito!, como diría el clásico.
-Los mayas lo usan mucho…
-Los Conquistadores la introdujeron después de 1522 y para 1580 ya estaban adaptadas en Yucatán más de 25: En primer lugar las frutas, como el plátano y la naranja, en segundo lugar los condimentos como la cebolla, el ajo, la mostaza y el perejil, y en tercer lugar el grupo compuesto por verduras como la zanahoria y el nabo.
-¡Se enriquece la herbología milenaria de los antiguos mexicanos!
Pienso: ’Exquisita la complementación y no la separación. En cada uno está potenciar las virtudes o los vicios de los que influyen en nuestra vida y como aplicarlos en el transcurso de esta paréntesis planos’.