Voces del Periodista
Arturo Zárate
En el pasado reciente, decirle no a un candidato o candidata a la presidencia de la República, sobre todo si representaba al partido en el poder, era prácticamente inimaginable.
Muchos ansiaban y esperaban ser seleccionados para integrarse al equipo de su abanderado, porque se daba por hecho que ganaría las elecciones y por lo tanto los tomarían en cuenta para formar parte del gabinete presidencial.
Se supone que si estás convencido de que tu candidata es la mejor y que por lo mismo va a ganar, aceptaras y la apoyaras cuando te pida trabajar a su lado.
El puesto de vocero o comunicador es clave; lo primero que necesita quien aspira a gobernar.
Algunos con su trabajo han marcado diferencia. Es el colaborador que debe estar más cerca del candidato o candidata, por la asesoría que pueda proporcionar a su jefe, la estrategia mediática y la relación que tenga con periodistas y dueños de medios en general.
Humberto Romero Pérez fue exitoso como secretario de prensa del presidente Adolfo Ruiz Cortines, a tal punto que, con Adolfo López Mateos, se convirtió en secretario particular muy poderoso. Mauro Jiménez Lazcano, como director de comunicación, tuvo toda la confianza de Luis Echeverría.
Francisco Galindo Ochoa, después de la ruda experiencia que tuvo con Gustavo Díaz Ordaz, con el tiempo se especializó como comunicador oficial y regresó al puesto con José López Portillo. Más recientemente, Rubén Aguilar Valenzuela, logró tal identificación con Vicente Fox que hizo famosa la frase: ’lo que el presidente quiso decir’. César Yáñez, ha sido el mejor vocero que ha tenido Andrés Manuel López Obrador; lo acompañó como comunicador hasta que el tabasqueño consiguió la presidencia.
Ahí está la importancia del vocero y comunicador.
Xóchitl Gálvez le propuso a varios o varias la vocería y resulta que la respuesta de compañeros y compañeras fue negativa.
Seguro que Xóchitl daba por hecho que contaría con ellos y ellas, pues se la pasan hablando de sus virtudes y declarando en su defensa cuando es criticada por los adversarios. Si los consideró es porque los vio confiables y capaces, necesarios para su proyecto.
Pues nada que le dieron con la puerta en las narices. Dejaron la impresión de no estar convencidos de que la hidalguense vaya a ganar la elección de 2024.
En cambio, Claudia Sheinbaum tuvo cerca al diputado federal Gerardo Fernández Noroña, quien no dudó en aceptar la propuesta de trabajar en la
vocería.
Noroña es personaje popular, lo confirmó al quedar en tercer lugar en el proceso para seleccionar a la coordinadora. Comunicador natural, sociólogo de profesión. No es especialista en medios, pero aprende rápido. Terminará por entender que la impetuosidad que evidencia en escenarios políticos
no aplica en el trato con periodistas.
El derecho a la información, la libertad de expresión, el diálogo y el respeto mutuo van por delante.
Deberá de aceptar que el periodismo no es proselitismo y que no hay preguntas incómodas o misóginas, sino cuestionamientos que recogen lo que quiere saber la sociedad.
Al margen de la falta de conocimientos mediáticos, es indiscutible que Fernández Noroña, es ganancia para Claudia Sheinbaum haberlo sumado de inmediato como vocero. Xóchitl Gálvez tendrá que seguir buscando uno o una que acepte su invitación.
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