Transportistas y comerciantes denunciaron una creciente ola de asaltos en distintas carreteras del Estado de México, donde aseguran que la inseguridad se ha vuelto constante y que la entidad encabeza los primeros lugares a nivel nacional en violencia contra conductores de transporte de carga.
Señalan que, pese a las reiteradas denuncias, las autoridades estatales y federales no han implementado acciones efectivas para frenar estos hechos, que diariamente ponen en riesgo la vida de los operadores y generan pérdidas económicas para el sector.
Un ejemplo reciente ocurrió la madrugada del pasado 30 de octubre, cuando dos camionetas que transportaban flores desde el sur del Estado de México hacia otra entidad fueron interceptadas por sujetos armados sobre la carretera Palmillas-Aculco.
De acuerdo con los afectados, los agresores viajaban en varias camionetas y portaban armas de alto calibre, tras obligar a los choferes a detenerse, los despojaron de las unidades y los abandonaron en una zona cercana a la carretera.
Los vehículos robados son una Chevrolet S10 modelo 2024, color blanco con carrocería blanca y roja, y una Nissan estacas modelo 2022, color blanco, que tenía como destino el norte del país.
Transportistas y comerciantes exigieron al gobierno estatal, encabezado por Delfina Gómez Álvarez, y al gobierno federal, de Claudia Sheinbaum Pardo, emprender acciones contundentes para frenar la violencia en las carreteras mexiquenses.
’Queremos trabajar con seguridad, sin miedo a que nos asalten o nos quiten lo que con esfuerzo ganamos’, expresaron algunos de los afectados, quienes piden mayor presencia de la Guardia Nacional y operativos permanentes en las rutas de mayor riesgo.
Los denunciantes advirtieron que, de no tomarse medidas inmediatas, los asaltos seguirán en aumento, afectando no solo al gremio transportista, sino también a la economía local y al abasto de productos en diferentes regiones del país.
Cabe mencionar que los asaltos a transportistas en las carreteras de México no ocurren únicamente durante la madrugada o al anochecer; también se registran a plena luz del día, sin que las autoridades intervengan de manera efectiva para frenar la violencia que persiste en las vías estatales y federales.