Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Aunque ’bajo protesta’ el presidente Andrés Manuel López Obrador empezó a cumplir con las medidas cautelares impuestas por el Instituto Nacional Electoral, a fin de evitar que continúe formulando comentarios acerca de la senadora Xóchitl Gálvez y sobre temas electorales, ante lo cual en su mañanera del martes las calificó de ’violatorias de sus derechos humanos’, de acuerdo a la respuesta ofrecida a un reportero.
Expresó que esa limitación ’me impide informarle al pueblo que hay un grupo que está acechando porque quiere regresar al gobierno para robar, para quitarle al pueblo su futuro’, además de asegurar que su obligación es luchar por la justicia y la democracia e insistió: ’Cómo es que no voy a advertirle a la gente que hay una pandilla de rufianes, que quieren de nuevo tomar el gobierno para saquear y mantener el abandono a la mayoría de los mexicanos, ¿porque no lo voy a decir?, eso es lo más profundo, pero vamos a esperarnos, hay que tenerle confianza a la gente’.
En fin, el presidente continúa con su idea de que solamente él es quien tiene la verdad absoluta de todo lo que sucede en el país y todos quienes no están de acuerdo, no solo se equivocan sino automáticamente son más que adversarios, son sus enemigos a los cuales se les debe combatir para acallarlos.
Un dato: López Obrador se queja de que le violan sus derechos humanos por no poder expresar sus opiniones, pero se le olvida que tras perder las elecciones presidenciales del 2006, alentó una reforma electoral para impedir que un presidente interviniera de modo alguno los comicios para favorecer o atacar a partido ni candidato alguno, lo cual ahora omite.
Además, como presidente y desde sus mañaneras tiene un incomparable foro para expresar sus opiniones, del cual ningún ciudadano puede acceder, desde donde muchos de sus seguidores le creen a ojos cerrados todo lo que expresa, sin aceptar ningún tipo de réplica.
Pues ante el ahora silencio presidencial se abren otros frentes en contra de la senadora panista, ahora el diputado federal de Morena, Alejandro Robles Gómez, la acusó de encabezar una supuesta ’red financiera de ingeniería’ que realiza operaciones con recursos ilícitos. Afirmó que el de Gálvez no es un caso de éxito emprendedor, sino de corrupción política.
Lamentablemente este no será el único caso donde se registren agresiones verbales en contra de la legisladora federal; afortunadamente todo quedará en pirotecnia política, porque todas esas acusaciones evidentemente carecen de fundamentos y no procederán.
