En entrevista telefónica con varios medios de comunicación del Estado de México, Ricardo Garduño explicó su decisión de participar en el proceso judicial con el objetivo de servir a la sociedad mexicana a través de una impartición de justicia real, social, humana, imparcial y apegada a Derecho.
Garduño enfatizó la necesidad de generar criterios que permitan la solución rápida y de fondo de los juicios, así como la importancia de acercar a los jueces y ministras a la sociedad para conocer los obstáculos existentes en el acceso al sistema de justicia. Además, destacó que las personas ministras deben mantener un diálogo constante con la sociedad y los órganos jurisdiccionales a fin de entender el impacto de sus determinaciones en los ámbitos funcional, social, económico y medioambiental.
Respecto a los principios fundamentales de la impartición de justicia, Garduño señaló que el realismo y el humanismo deben ser los pilares esenciales. Subrayó que las resoluciones deben enfocarse en la solución de conflictos de fondo, respetando la doctrina jurídica, pero también considerando la realidad social, los Derechos Humanos y la inclusión. Según Garduño, solo una justicia accesible, cercana, sin discriminación y que proteja a los grupos vulnerables permitirá el desarrollo económico, social y medioambiental.
Garduño Pastén aspira ser Magistrado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y su nombre aparecerá junto al número 47 en la boleta morada de la elección del 1 de junio. En su trayectoria profesional fue magistrado presidente de Tribunal Colegiado en Materia Penal del Estado de México; ha sido catedrático y conferencista. Autor de libros en México y el extranjero.
Entre sus principales propuestas, Ricardo Garduño sugirió que las y los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se distribuyan de manera aleatoria y rotativa en los Circuitos Judiciales del Poder Judicial de la Federación (PJF), con el propósito de conocer la percepción ciudadana y transparentar las acciones del Alto Tribunal. También propuso que la Corte pueda sesionar en distintas sedes, descentralizando así sus funciones. Como ejemplo, mencionó la posibilidad de llevar a cabo sesiones en Ciudad Juárez, Chihuahua, o en lugares donde existan casos relevantes por resolver.
Otro punto clave en su propuesta es el fortalecimiento de la inclusión en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Garduño planteó la necesidad de que el Tribunal escuche en audiencia abierta a las partes en conflicto cuando sea necesario, además de recibir la opinión de expertos antes de emitir una sentencia. Esto, indicó, es fundamental para contar con un análisis técnico, real y objetivo del tema en disputa, incluyendo el Derecho comparado y referencias de otros Tribunales Constitucionales y órganos de Derechos Humanos.
Finalmente, Garduño subrayó la importancia de fomentar criterios que impulsen la solución de conflictos a través de medios alternos de solución de controversias evitando desgastes innecesarios en juicios y privilegiando la digitalización del acceso a la justicia.
La propuesta de Garduño busca transformar el sistema de justicia en México, apostando por la cercanía con la ciudadanía y la generación de criterios que respondan a las necesidades actuales de la sociedad.