Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
gatodebarrio@yahoo.com.mx
Morena, partido político que fuera fundado y presidido por Andrés Manuel López Obrador, que fuera su respaldo para ganar la presidencia de la república en el 2018 –del cual ahora pretende establecer una sana distancia, se debate en una serie de confrontaciones internas cuyas consecuencias afectan a la sociedad mexicana.
No es solo la disputa por conquistar la dirigencia nacional, cuyo proceso se ha complicado al grado de que el Tribunal Electoral canceló el proceso por varias irregularidades, entre ellas no tener un padrón de militantes confiable, sino también por las diferencias entre diputados federales y senadores en el tema de los autos ilegales, conocidos como chocolates.
El problema es que mientras los diputados están a favor de legalizar esas unidades irregulares al invocar un beneficio para sectores populares, por presuntamente ser una alternativa para poder hacerse de un vehículo automotor, los senadores están en contra pero por considerar que esa medida no debe incluirse en la Ley de Ingresos Federales 2020, sino debe ser mediante un decreto presidencial.
El caso de los coches chocolates resulta preocupante en estados fronterizos, como Chihuahua y Baja California, donde la Asociación Mexicana de Distribuidores de Autos calculaba que tan solo en el 2013 uno de cada 3 coches que circulaban ahí eran ilegales.
No es solo el permitir la legalización de los autos chocolates, lo cual presuntamente brindaría significativos ingresos a las arcas federales, sino el daño a la industria automotriz nacional, la cual en octubre acumulaba 29 meses de caídas consecutivas, sus peores cifras desde 2014, además en ese mes sus ventas bajaron 8.9% respecto al mismo lapso de 2018, calculándose una caída del casi 30% en las ventas de autos nuevos.
Es decir, por tener ingresos fáciles al regularizar vehículos ilegales, se dañaría una industria formal que genera miles de empleos directos e indirectos a nivel nacional,
Existen muchas razones para no legalizar esos vehículos, entre ellas que ya rebasaron su vida útil y son generadoras de mayor contaminación, que no se encuentran refacciones en caso de descompostura y en poco tiempo quedan inservibles.
Pero estás y más consideraciones no son analizadas ni discutidas por los legisladores de Morena, quienes parecen responder a intereses populistas y quedar bien con quienes han adquirido coches irregulares, que ver por el futuro de la economía nacional y, en particular, por el de una industria que atraviesa una grave crisis con graves consecuencias a futuro.
