¿Quinientos años de qué celebración?

Este viernes 13 de agosto las autoridades del gobierno federal y de la Ciudad de México conmemorarán los 500 años de la resistencia de nuestros pueblos originarios, hecho que históricamente ha sido conocido como la caída de México-Tenochtitlan por parte de los conquistadores españoles.
Pero en realidad ¿qué será lo que se conmemorará? Para las citadas autoridades representa el inicio de lo que hasta el momento consideran la resistencia de los pueblos originarios anta la invasión hispana, cuando hasta los más reconocidos historiadores dan otra interpretación mucho muy diferente.
Recordemos simplemente que hace 500 años no existía la nación que hoy conocemos como México. Incluso, para combatir a los aztecas los tlaxcaltecas se unieron con los soldados españoles. Además, durante tres siglos se le conoció como la Nueva España, con un virrey como gobernante designado desde el reino establecido en Europa.
Pero el gobierno federal ha insistido en recrear la grandeza prehispánica a como dé lugar. Por ello el presidente Andrés Manuel López Obrador ha demandado constantemente que las actuales autoridades españolas, al igual que al Papa Francisco, se disculpen por lo que llama ’abusos’ cometidos durante la conquista acometida hace cinco siglos, pero eso es tanto como que actualmente nosotros tuviéramos que pedir perdón por lo hecho por alguno de nuestros ancestros, cuando ya somos totalmente ajenos a ellos.
Además, a lo largo del año se han organizado diversas actividades que incluyen desde debates para ’desmitificar’ este periodo histórico, cambio de nomenclaturas en avenidas y sitios públicos hasta la recreación del Templo Mayor en el Zócalo capitalino. No se olvide que como parte de la imagen oficial del gobierno federal se difunde la cabeza de Quetzalcóatl, la serpiente emplumada, la cual aparece tanto en las conferencias mañaneras como en la papelería oficial.
Entre otras cosas los cambios de nomenclatura están la avenida Puente de Alvarado por Calzada México-Tenochtitlan, la plaza del Árbol de la Noche Triste ahora es de la Noche Victoriosa y a la estación Zócalo del Metro se le agregará el nombre de Tenochtitlán.
Considero que más allá de buscar rememorar las glorias de los pueblos originarios, las autoridades deberían preparar a toda la población para pensar y proyectar en un mejor futuro para todos, que seamos una mejor sociedad y nación para enfrentar los retos y adversidades que se presenten, a fin de confirmar que trabajamos para ser mejores en todos los sentidos.