La Opinion de Arturo Zarate
Arturo Zárate Vite
Los llamados ’comentócratas’ se la han pasado hablando desde la administración anterior de una supuesta complicidad o tolerancia para dejar operar al crimen organizado en México.
Hay quienes no han dudado en decir que se ha protegido sobre todo a los principales capos, permitido operar desde su confinamiento y garantizado no ser extraditados a los Estados Unidos.
Nunca se han ocupado de focalizar su análisis en el uso de argucias legales de los delincuentes para ampararse y evitar la extradición. Los abogados lograron hasta la liberación de Rafael Caro Quintero en 2013.
A las fuerzas policiales y militares les llevó ocho años volverlo a ubicar y reaprehenderlo, con la intención esta vez de atender la petición de autoridades judiciales vecinas y extraditarlo. No se consiguió como se quería por la emisión de amparo tras amparo.
De la mayor preocupación saber en voz de Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, la pretensión de jueces de liberar algunos de los 29.
México decidió atender la solicitud del departamento de justicia norteamericano e hizo la transferencia por razones de seguridad nacional.
Los malandros no querían irse porque en las prisiones de los EEUU difícilmente tendrían influencias y conexiones para seguir dirigiendo su respectiva banda.
Tampoco conseguirían chantajear al juez o a los jurados, por lo que estarían considerando la opción de negociar una pena menor a cambio de entregar información sobre sus operaciones y cómplices.
Sin embargo, lo que quiere el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no es perdonarlos sino castigarlos por los ilícitos cometidos, en especial a Caro Quintero, acusado de haber ordenado la muerte de Enrique ’Kike’ Camarera, agente de la DEA; homicidio por el que fue condenado a 40 años de cárcel.
Caro Quintero llegó a ofrecer en los ochentas pagar la deuda externa de México con la única condición de que lo dejaran ’trabajar’.
Ya está a buen resguardo en la nación de Trump.
¿Qué van a decir ahora los comentócratas?
¿Seguirán desconociendo los resultados de las acciones contra la delincuencia?
¿Celebrarán que 29 peligrosos delincuentes ya no estén en México sino en los Estados Unidos?
¿Cacarearán el ahorro que esta medida significa para el presupuesto?
¿Tomarán en cuenta la opinión de una sociedad complacida con la salida de narcos del territorio nacional?
¿Le harán el juego a las críticas, imputaciones y exageraciones de los vecinos del norte?
Es evidente que se viven momentos complicados por los anuncios arancelarios del gobierno de Trump, atribuidos a supuestas complicidades de autoridades con la delincuencia y el pretexto de que todavía falta mucho por hacer para frenar el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos, como si el problema solo fuera de México.
La presidenta Claudia Sheinbaum ha hecho un llamado a la unidad de todos y todas las mexicanas, para enfrentar juntos el nuevo desafío.
No es tiempo de regateos.
Países en el mundo están en camino de fortalecer la unidad internacional ante las sacudidas comerciales que empiezan a recibir de la potencia norteamericana.
¿Y en México que harán los comentócratas?
Tendrán que decidir entre jugársela con México o servir a los intereses del vecino, sin importarles traicionar a la patria.
La reciente detención de Abraham Oseguera Cervantes, hermano de Nemesio Oseguera ’El Mencho’, cabeza del Cártel Jalisco Nueva Generación, es una prueba más de que es real el combate contra la delincuencia organizada.