Micrófono Abierto
Gabriel Rodríguez/ MunicipioLibre
De la redacción.-
No podemos soslayar el hecho noticioso de ésta semana llamada Semana Mayor o Semana Santa, que por su importancia, por la parte que cada uno o una tiene nuestro ser, el espiritual, también entendido como lo inmaterial de nuestra persona.
Y es que el hecho noticioso decía yo, que la escritura data de los años del 4026 Antes de nuestra Era Común (AEC), desde variados lugares como Montañas de Ararat, Mesopotamia, o Palestina, sólo por mencionar algunos pocos lugares.
Hacia el 1,513 AEC, un hombre no mítico, si real como cada persona que lee esto, llamado Moshé o Moisés por su nombre Castellanizado, el cual recibió unas tablas de piedra escritas en el idioma Hebreo, idioma no conocido entonces, el cuál tiene 22 consonantes que no vocales y los maestros o masoretas le tuvieron que poner signos vocálicos llamados Nikudot o grafías de puntos o rayas para darle sentido completo, pronunciar e interpretar a las instrucciones o Mandamientos.
Cuya cultura cuenta con un calendario lunisolar de 13 meses que inicia justamente en la primavera con una fiesta conocida como PÉSAJ ( hoy Pascua), el día 14 de Nisan o mes Florido, o Abbib o Del Padre, El Primero. Registrado por Moshé y ordenado por su Dios conocido como Yawe, Yavé, Adonay, Eloeinu, Hashem o como se conoce casi en todos los países como Jehová y cuyas letras hebreas de su nombre: Yud, He, Vav, He. Y a quien se le atribuye la autoría de los 5 libros bíblicos o La Torá, La Ley; para aplicarse decía el 14 de Abibb. Porque era el Día de la independencia del pueblo Judío. Y Moshé su líder. Y cuyo Dios puso de rodillas a la Potencia Mundial de su tiempo, Egipto y a su Faraón.