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Nuevo intento de identificación oficial

Nuevo intento de identificación oficial
Política
Octubre 09, 2023 10:15 hrs.
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Adrián Chavarría Espinosa › Informativo Nacional

En estos días se ha difundido la propuesta, ya aprobada en la Cámara de Senadores, para integrar a la Clave Única de Registro de Población, conocida popularmente como CURP, una serie de datos personales a fin de ser considerada como una identificación oficial, con lo cual y de forma velada, se pretendería que supliera en esa función a la credencial con fotografía emitida por el Instituto Nacional Electoral (INE).
Para ello a la CURP, documento emitido y cuya información personal es resguardada por la Secretaría de Gobernación, no solo se le agregaría la fotografía, como ha sido la versión manejada públicamente, además inicialmente se incluirían al menos otros datos como huellas dactilares y firma, aunque en un futuro podrían agregarse otro tipo de información biométrica.
La idea de que el gobierno federal pueda tener a su disposición información personal de cada individuo no es reciente, ya que desde 1992, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se intentó implementar sin éxito, lo cual se prolongó con Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
Recuérdese que en 2008 las autoridades federales intentaron crear el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut), pero ante la poca organización, el desinterés de los dueños de los celulares y el mínimo apoyo de las empresas telefónicas, simplemente fracaso y la base de datos que se logró integrar, finalmente fue eliminada por el INAI en 2012.
Incluso, se intentó repetir esa intención en 2021 cuando se pretendió crear el Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Panaut) con datos biométricos, pero fue impugnado por el INAI ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien lo invalidó. Recientemente, en marzo de 2023, se aprobó una nueva Ley General de Operación de los Registros Civiles, cuya información sería centralizada en la Secretaría de Gobernación bajo un Sistema Nacional de Registro e Identidad, proyecto que se mantiene ’congelado’ en el Senado.
Incluso, en diciembre de 2020 la Cámara de Diputados aprobó una nueva Ley General de Población, donde se incluía una Cédula Única de Identidad Digital con datos biométricos, pero, y para no variar. este proyecto también se mantiene suspendido en el Senado.
También, este mismo año y como parte del proyecto de reducirle facultades al INE, se pretendía que el Registro Nacional de Electores pasara a Gobernación, con lo cual además de administrar este padrón ciudadano, también se haría cargo de los nuevos registros pero, afortunadamente para todos, ese proyecto fue cancelado.
Si bien, aunque existiera una confianza ciudadana hacia la validez, certeza y confianza de que los datos personales en la nueva CURP, bajo un buen resguardo, tiene defectos como el que se expediría a partir de que las personas cumplen 18 años, es decir no se incluyen a menores y adolescentes, quienes carecen de un documento confiable que los identifique.
Incluso, los jóvenes pueden contar con la Cartilla del Servicio Militar Nacional, pero solo si cumplen con ese deber y, acaso, en algunas entidades, se expiden licencias de conducir provisionales desde los 16 años, misma que se hace definitiva con la mayoría de edad-.
De acuerdo a la iniciativa discutida la nueva credencial sería expedida por la Secretaría de Gobernación, a través del Consejo Nacional de Población, incluirá como datos biométricos las huellas dactilares bajo tres tipos de registros: Nacional de Ciudadanos, de Niñas, Niños y Adolescentes y un Catálogo de Extranjeros residentes en la nación.
Otra falla sería que todos los ciudadanos mexicanos tendrían la obligación de inscribirse en el Registro, y deberán tramitar su renovación dentro de los 30 días siguientes a los quince años de haberse expedido, aclarándose que ’ninguna persona podrá ser sancionada por la no portación de la CURP con foto’, lo cual dejaría en duda su cobertura total.
Además, entre el proyecto y la realidad existe una gran distancia que pone en duda la efectividad de ese CURP credencial, como su renovación cada quince años resulta ser excesivo tiempo. Por ejemplo, un joven de 18 años doce después, a los 30, ya no tendría los mismos rasgos, lo cual lo haría inefectivo; entonces su actualización debería ser en menor tiempo.
También no está muy claro el proceso de cómo se procedería cuando un extranjero logre la nacionalidad mexicana y, en caso de matrimonio con persona nacida en el país, cómo sería considerado, así como los connacionales quienes por diversas razones vivan en el extranjero.
A todo lo anterior existe otro obstáculo, por llamarlo de alguna forma: para generar el nuevo documento no habrá presupuesto adicional al autorizado, por lo cual en caso de aprobarse legalmente. no podría iniciar su aplicación.
Es decir, no habría dinero para contratar al personal responsable de esa labor ni adquirir la infraestructura para acopiar la información, tampoco para resguardarla adecuadamente, estar a salvo de ataques cibernéticos, con lo cual toda la base de datos estaría en riesgo de ser hackeada y vulnerada, para después darle un uso totalmente irregular e ilegal.
Ante ello, de ninguna forma podría confiarse en esa credencial CURP, ni tanto por quienes pretenda identificar como tampoco por quienes lo acepten como válido para algún trámite o transacción. Es necesario que si quiere concretarse esta propuesta, debe ser analizada y perfeccionada, de lo contrario tendrá el mismo fin que los sucedidos con los pretendidos padrones telefónicos y, con ello, los recursos invertidos inútilmente.

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