Con una frase que resonó en el 4º Foro de Análisis sobre la Reforma a la Ley de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, el periodista René Narváez Lozada, conocido como ’La voz de México’, encendió el debate nacional sobre el respeto a la libertad de expresión en el país. ’Aquí no se trata de lealtades, se trata de libertades’, declaró ante una audiencia compuesta por comunicadores, defensores, y representantes institucionales.
Narváez condenó las expresiones atribuidas a la gobernadora Layda Sansores —quien habría dicho que ’la libertad de expresión me viene guanga’—, calificándolas como un símbolo del desprecio institucional hacia la prensa. También se refirió al caso del periodista Jorge Luis González, arrestado y llevado a juicio civil por ’daño moral’, y al activista Renato Romero, detenido pese a contar con medidas oficiales de protección.
El comunicador advirtió que el Mecanismo federal operado por la Secretaría de Gobernación, creado para proteger a periodistas y defensores, ’no puede funcionar si es desacreditado desde el poder’. Aunque protege a 1,478 personas y maneja recursos millonarios, desde 2018 han sido asesinados 43 periodistas y 68 defensores, incluidos nueve beneficiarios directos.
Narváez hizo un llamado urgente a la presidenta Claudia Sheinbaum para fortalecer dicho mecanismo, en línea con las recomendaciones de la ONU, y exigió respeto a los gobernadores Layda Sansores (Campeche) y Alejandro Armenta (Puebla), quienes han sido señalados por actos represivos y declaraciones ofensivas.
El foro concluyó con una declaración común: la libertad de expresión en México ’no es negociable ni propiedad del poder político’. Se demandó reformar las leyes de protección, erradicar discursos de odio desde los gobiernos, y garantizar que ningún comunicador sea perseguido por ejercer su labor.