En la madrugada de este domingo 1 de julio, día de elecciones el líder de jóvenes del partido verde, Alberto Espejel, después de haber salido de sesión de trabajo de la casa de campaña, fue seguido por una camioneta tipo RAM blanca, la cual le interceptó, descendiendo varios individuos identificados como del partido morena.
Ante la presencia de la patrulla municipal, los individuos lo golpearon y amenazaron con arma de fuego. Forzaron el camper de la camioneta y arrojaron bolsos negros en su interior. Para posteriormente obligarlo a subir a la patrulla.
El joven líder, fue presentado ante la agencia del ministerio público, en donde ya estaban esperando el mismo Adan Gordo y Eric Galicia en persona (presidente municipal y secretario del ayuntamiento de Texcoco, respectivamente). A pesar de la vidente violencia y de los actos delictivos con los que fue sometido Alberto Espejel, ’las autoridades’ municipales se limitaron a burlarse de él, sin dar ninguna importancia a lo sucedido y concentrándose en hacerle imputaciones de tipo electoral.
Al momento el joven sigue retenido la fiscalía, sin un debido proceso y sin que la autoridad ponga atención en los actos ilícitos con los que fue retenido. Es evidente que se trata de una revancha política, porque Alberto Espejel renunció a las filas de morena para sumarse al equipo de Jesús Cuanalo del partido verde y convertirse en una pieza elemental en su campaña política.
No es la primera vez que morena hace estos procedimientos para privar de la libertad los partidos, durante comicios electorales, para evitar que operen políticamente. Es una vergüenza que el municipio esté utilizando a las patrullas municipales para este tipo de actos, para estar vigilando a sus adversarios políticos y para encubrir las casas de Morena de operación política y compra del voto.
