México: ¿Dictadura en construcción?

Lo que viene para México no es una suposición, es una condena anunciada. Y no entiendo cómo millones siguen como si nada. No lo ven, o peor: no lo quieren ver.
Esto no es política como siempre. Esta es la antesala de una muy probable dictadura.
Morena y su líder no están construyendo un mejor país, están desmantelando el Estado. Y mientras algunos todavía creen que todo esto es ’politiquería’ porque en la doctrina mañanera así lo escuchan, nos están quitando el país en tiempo real.

No es exageración. Es lo que pasa cuando:
- Se destruyen contrapesos y la Suprema Corte ya no sirve para nada, porque fueron elegidos por una tómbola y otros por un acordeón.
- Se militariza todo: aduanas, trenes, aeropuertos, seguridad, parques como el Jaguar en Tulum… y mañana, la vida civil.
- Se compran votos con dinero que no se genera, sino que se roba del futuro de nuestros hijos.
- Se premia la flojera (ninis) y se castiga al que trabaja.
- Se legaliza el saqueo y se normaliza el abuso (expropiación).
- Se rompe el equilibrio entre poderes, hasta que solo quede uno: el del dictador (hoy "ejecutivo").
Mientras aquí se normaliza el abuso, Estados Unidos ha comenzado a cerrar la puerta. En 2025, el gobierno de Donald Trump revocó visas a al menos 50 políticos mexicanos, la mayoría vinculados a Morena. ¿La razón? Presuntos vínculos con el narcotráfico, corrupción institucional y complicidad con redes criminales.

Entre los afectados están:
- Marina del Pilar Ávila Olmeda, gobernadora de Baja California.
- Su esposo, Carlos Torres, exfuncionario federal.
- Un exdelegado del Instituto Nacional de Migración, vinculado a redes de explotación sexual.
- Decenas de funcionarios más, cuyos nombres no han sido revelados oficialmente.

La presidenta Claudia Sheinbaum ha dicho que no tiene información oficial. Pero los afectados lo saben. Y algunos lo han confirmado. Estados Unidos no está jugando. Está marcando distancia con quienes considera parte del problema.

Te lo voy a decir sin adornos y aunque me mientes la madre:
- Los que no se alineen al régimen no tendrán contratos, permisos, trabajo ni oportunidades.
- El empresario que se queje, será perseguido fiscalmente, exhibido, castigado (por la buena o con los socios a los que se les trata con abrazos).
- El periodista que diga la verdad, será censurado, callado, desaparecido o asesinado, porque es más fácil callar al mensajero que permitir que llegue el mensaje.
- Los medios, cooptados. Las redes, reguladas (ley censura). La crítica al sistema, criminalizada.
- La propiedad privada será pisoteada o "expropiada por el bien del pueblo’, y el que ahorre, el que trabaje, el que produzca… será señalado como el enemigo.
- Se acabará la división de poderes, se impondrán jueces a modo, y la justicia ya no será un derecho, será un privilegio para los obedientes y los cercanos al poder.
- Los hijos de muchos terminarán emigrando, si pueden. Los demás vivirán bajo un sistema donde ni soñar les será permitido.

Un senador lo dijo con claridad:
> ’Muchos de los que hoy aplauden, votan y obedecen ciegamente también van a caer. Porque no son aliados, son instrumentos. Cuando ya no les sirvan, también serán desechados.’
Y es cierto. Los están usando. Y lo malo es que no lo aceptan como tal, por cegarse al recibir un dinerito bimestral.
Morena no tiene amigos, solo peones. Incluso esos que hoy son llamados "ciervos de la nación". Cuando cumplan su función, serán los primeros en probar la represión. Ya ha pasado antes. Así operan todas las dictaduras.
Porque lo gritas, lo compartes, lo demuestras… y aún así hay millones indiferentes.

Como si lo que está en juego no les tocara. Pero sí les va a tocar. A todos.
- A ti, que crees que esto no te afecta.
- A ti, que te sientes seguro porque hoy no te ha pasado nada.
- A ti, que piensas que exageramos.
Sí, a ti también te va a alcanzar.
Y cuando lo haga, quizás ya sea demasiado tarde.
Sin colores. Sin partidos. Solo como mexicanos.
Sin violencia, pero con una sola voz que retumbe tan fuerte, que este gobierno tenga que recular.
Unos cuantos no podemos, pero millones sí.
La historia nos está poniendo a prueba.
¿Vamos a fallar… o vamos a defender lo que es nuestro?