El encierro por año y medio, el hecho de no salir, de no tener contacto directo con amistades y conservar la distancia de dos metros, ha provocado en mucha gente ansiedad y crisis de pánico, seguidos de estados depresivos e hipocondría, afirmó el doctor Enrique Rojas, catedrático de psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid y autor de los libros: Una teoría de la felicidad, Remedios para el desamor y El amor inteligente.
Rojas impartió la conferencia ’Nuevos avances en el tratamiento de las depresiones. Desafíos del personal sanitario frente a la pandemia’, en el auditorio Dr. Roberto Mendiola Orta, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la UdeG.
Explicó que las crisis de pánico es una tormenta de ansiedad y que tiene tres aspectos amenazadores: temor a la muerte, temor a la locura y temor a perder el control.
Rojas dijo que hay gente que se ha vuelto más hipocondríaca porque hay un flujo informativo y permanente que les indica que se hagan la prueba PCR para detectar el COVID-19 si tiene determinados síntomas como fiebre y cansancio.
Señaló que el problema ahora es intentar evitar que los centros hospitalarios se concentren de gente con ansiedad, es decir, con miedos anticipatorios en caer en la pandemia, o de personas que ante cualquier sensación somática enseguida se alarman. Se trata de educar a las personas a través de medios de comunicación de alta resonancia para que no haya tantos y tantas en los hospitales, si no es necesario.
El médico aconsejó a las personas susceptibles de sufrir hipocondría que apaguen aquellos medios de comunicación que bombardean de forma permanente con malas noticias.
No hay que confundir depresión con tristeza, agregó. Ésta es un estado de ánimo presidido por la melancolía, la falta de vitalidad, la falta de ánimo y los pensamientos negativos. Cuando se prolonga por mucho tiempo puede convertirse en depresión, que es un trastorno psicológico que requiere la atención de un profesional y, en ocasiones, tratamiento farmacológico.
La ansiedad es una emoción que se vive con una gran intranquilidad, la gente se adelanta en negativo; es decir, vive en el presente pensando en un futuro incierto y de malos presagios. En la clínica hay combinaciones: puede un paciente tener una depresión ansiosa o una ansiedad depresiva.
La depresión, cuando es causada por situaciones difíciles como la muerte de un ser querido o la pérdida de trabajo, por ejemplo, es exógena, y en este caso se trata con psicoterapia y biblioterapia; o sea, pautas psicológicas y libros que ayuden a la persona a conocerse mejor y a entender mejor lo que le sucede. En este tipo de depresión se recomiendan los fármacos cuando hay también ansiedad o insomnio.
La bienvenida al doctor Rojas estuvo a cargo del Rector del CUCS, doctor José Francisco Muñoz Valle, quien expresó que después de la pandemia del COVID-19, uno de los problemas más importantes que tendrá que ser enfrentado es el de la salud mental. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, para el año 2030 se estima que el principal motivo de muerte en el mundo serán los trastornos mentales.
Entre las afectaciones psicológicas que la pandemia ha generado en la población se encuentran la depresión y los trastornos de ansiedad, que son los principales motivos de consulta a nivel mundial.
