Cinco colonias del municipio de Tlalnepantla se ubican entre las 23 más peligrosas del Estado de México, las cuales registran delitos como robos, homicidio y violación.
Datos del C-5 de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) indican que la mayor parte de llamadas de habitantes de Tlalnepantla al número de emergencia 911 provienen de las colonias Benito Juárez, San Rafael, San Juan Ixhuatepec, Viveros del Valle y Valle Ceylán.
El Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad del Estado de México (C-5), que tiene sedes en Toluca y Ecatepec, ubica cinco municipios del Estado de México cuyos habitantes realizan el mayor número de llamadas al número de emergencias 911.
Tales municipios son Ecatepec, Tlalnepantla, Toluca, Nezahualcóyotl, y Naucalpan, por lo que expertos del C-5 analizan la información para diseñar estrategias de combate al crimen en las colonias de mayor incidencia delictiva.
En Tlalnepantla las cámaras de videovigilancia mantienen especial atención en las colonias Benito Juárez, entre Mario Colín y Gustavo Baz; San Rafael, entre San Rafael y Reyes Heroles; San Juan Ixhuatepec, entre La Presa y Flores Magón; Viveros del Valle, en calle Viveros de Atizapán y Periférico Norte, y Valle Ceylán, entre Mario Colín y Reyes Heroles.
Tlalnepantla es uno de los municipios del Estado de México con mayor incidencia delictiva e incluso sus habitantes han efectuado manifestaciones para exigir mayor seguridad, como los del fraccionamiento Valle Dorado y la colonia Lázaro Cárdenas, conocida como La Presa.
Habitantes de la zona oriente de Tlalnepantla afirman que son objeto de robos, extorsiones, secuestros y asesinatos, lo que ocurre principalmente en las colonias Lázaro Cárdenas y Jorge Jiménez Cantú, esta última denominada como Caracoles.
A pesar de que el alcalde Marco Antonio Rodríguez Hurtado y el Comisario Arturo Centeno Cano, tienen conocimiento de los hechos delictivos ignoran a los habitantes.
Día a día la administración municipal tiene abandonado Tlalnepantla, como se sabe perdió el presidente municipal Marco Antonio Rodríguez Hurtado, ante Raciel Pérez Cruz, hoy como castigo ya no atiene las peticiones que le llegan hasta su escritorio