Javier Eduardo Ramírez López es un joven doctorante de El Colegio de México (COLMEX) que se ha dedicado desde hace algunos lustros al rescate de la historia prehispánica y colonial de la región texcocana, tanto en el país como en el extranjero.
Como pocos investigadores ha entablado amistad con eminentes historiadores, arqueólogos y antropólogos, cuya experiencia y conocimientos los ha podido capitalizar para realizar los suyos, difundiéndolos a través de sus publicaciones bibliográficas y en redes sociales.
El también integrante de la Corresponsalía Chiconcuac del Seminario de Cultura Mexicana (SCM) comparte sus trabajos -desafortunadamente desconocidos para el público en general- con entidades como el SCM, las universidades, amigos e instituciones académicas y culturales, pues como se sabe, la cultura en todos los niveles de gobierno es un asunto de segundo plano.
Empero, un entusiasta mecenas éticamente responsable del fomento y la cultura en la zona, es el obispo Juan Manuel Mancilla quien ha tenido a bien apoyar y conectar al estudioso de la cultura mexica, con personas e instituciones que le han valido a Javier Eduardo impulsarse y sobre todo, rendir frutos para bien de la cultura ancestral de la región texcocana.
No obstante, la importancia de las aportaciones del investigador de archivos en universidades de Estados Unidos y Europa, su plataforma de YouTube apenas alcanza una veintena de suscriptores y unas cien vistas, lo cual es un indicador del desinterés por estos temas, fundamentalmente por parte de la población.
Sin embargo, eso no disminuye la labor de ’Javis Javis Javis’ como se hace llamar en sus watts app el investigador, quien pacientemente va urdiendo su acervo de cultura regional; discutiendo, exponiendo y reconstruyendo lo que se ha indagado hasta hoy y que, en su voz, reconoce que todavía falta mucho por descubrir y divulgar.
Su más reciente aportación versa sobre la labor del eminente y multilaureado estudioso de la cultura náhuatl don Miguel León Portilla, quien tuvo en Javier Eduardo a uno de sus pupilos predilectos.
El interés de don Miguel León Portilla en la región Texcoco, tiene su origen en el antropólogo y familiar de León Portilla, Manuel Gamio, quien a través de sus estudios antropológicos mantenía trato directo con indígenas del valle de México.
Don Manuel Gamio a su vez conectó al maestro León Portilla con otro erudito nahuatlaco, quien por la década de los sesentas oficiaba misa en la parroquia de Otumba, el padre Ángel María Garibay, también un renombrado estudioso de las culturas prehispánicas del área texcocana.
De la tierra que gobernaba Nezahualcóyotl sostiene Javier Eduardo Ramírez, Miguel León portilla nutre sus conocimientos, quien ya respaldado ya por don Ángel María Garibay se inspira para escribir algunas de sus obras, entre las que destaca por su difusión ’la visión de los vencidos’, aunque como se sabe, el maestro Leon Portilla es además profundo, un reconocido mundialmente de la cultura azteca.
Ambos personajes, León Portilla el maestro Garibay creían que el estudio del indigenismo regional no se expresaba únicamente en pergaminos, escritos y pictogramas, sino que su estudio debía ser más profundo, al grado que ambos estudiosos propusieron que había toda una ’filosofía náhuatl’. Tras infinidad de cuestionamientos y resistencias académicas institucionales, tuvo éxito la propuesta, lo que valió su para León Portilla grandes méritos académicos, y decenas de reconocimientos a nivel nacional e internacional.
Cabe agregar que los esfuerzos y por rescatar, conservar y divulgar estas partes soslayadas de la cultura regional texcocana, han sido auspiciados por el obispo de Texcoco Juan Manuel Mancilla Sánchez, quien más allá de su condición religiosa, se ha interesado por la actividad cultural, de la cual también se ha beneficiado Javier Eduardo Ramírez López, para bien de quienes tienen interés en conocer más del asunto cultural regional ancestral.
Cabe puntualizar que el archivo histórico de la diócesis del obispado de Texcoco, como resultado de la labor que aquí se describe, contiene información que abarca municipios de Chimalhuacán, Chicoloapan, Tezoyuca, Chiconcuac, Tepetlaoxtoc, etc. asimismo que dicho acervo ya se encuentra digitalizado, gracias a la labor del obispo, de javis javis javis y, se puede consultar en línea través de la enciclopedia británica en su programa denominado archivos del mundo que se encuentran en peligro.
