La creciente ola de desapariciones en el municipio de Atlautla ha encendido las alarmas sobre la crisis de seguridad que afecta al Estado de México. De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, hasta el pasado 12 de mayo de 2025 se reportaron 867 nuevas desapariciones en la entidad, posicionándola como la de mayor número de casos en el país durante este período.
Las cifras proyectadas indican que para finales de 2025 podrían registrarse 2,300 nuevas desapariciones en el Estado de México, un fenómeno exacerbado por la densidad poblacional, la urbanización y la actividad de grupos del crimen organizado. En Atlautla, un municipio con apenas 32,000 habitantes, se contabilizan 1,860 personas desaparecidas hasta mayo, lo que representa una tasa alarmante de 58 desapariciones por cada mil habitantes.
Expertos señalan que la vulnerabilidad del municipio radica en su carácter rural y en la escasez de recursos para investigar los casos. A pesar de las cifras, la localización de personas, ya sea con o sin vida, sigue sin traducirse en una resolución efectiva de los delitos relacionados con su desaparición.
Mientras la crisis persiste, se reconoce la labor de activistas y colectivos de búsqueda como la señora Verónica Rosas Valenzuela, quien fue galardonada con el Premio ’Don Sergio Méndez Arceo’ por su incansable esfuerzo en la búsqueda de su hijo Diego, desaparecido en 2015, y su acompañamiento a otras familias en su lucha por justicia.
La situación en Atlautla subraya la urgencia de reforzar estrategias de seguridad y fortalecer las instituciones de procuración de justicia para atender un problema que sigue cobrando vidas y dejando a miles de familias en la incertidumbre.
