México atraviesa una de las temporadas de incendios forestales más devastadoras de los últimos años, con 2,885 incendios registrados y una superficie afectada de 216,270 hectáreas hasta el 17 de abril de 2025, según datos de la Comisión Nacional Forestal (Conafor). La emergencia se ha visto agravada por una combinación de factores climáticos y actividad humana, poniendo en riesgo ecosistemas clave y comunidades cercanas.
Sequía y altas temperaturas: los grandes detonantes
El 42.8% del territorio nacional enfrenta condiciones de sequía, mientras que las lluvias han disminuido en un 32.7% respecto al promedio histórico, lo que ha generado un entorno propicio para la rápida propagación del fuego. Además, el 21% de los incendios han ocurrido en áreas de alta vulnerabilidad ecológica, amenazando especies de flora y fauna esenciales para el equilibrio ambiental.
#### **Estados más afectados y lucha contra el fuego**
Las entidades con mayor superficie dañada incluyen Chihuahua (32,581 ha), Baja California (30,096 ha), Jalisco (27,130 ha), Sinaloa (18,110 ha) y Chiapas (11,027 ha). En términos de cantidad de siniestros, Jalisco lidera con 485 incendios, seguido por el Estado de México (477), Michoacán (299) y la Ciudad de México (269).
Para combatir la crisis, más de 3,900 brigadistas han sido desplegados en los 102 incendios activos reportados hasta el 18 de abril. Sin embargo, expertos subrayan la urgencia de fortalecer las estrategias de prevención y la cooperación ciudadana para evitar nuevos desastres.
#### **Un llamado a la acción**
Las autoridades han instado a la población a evitar quemas agrícolas sin control y actividades que puedan desencadenar incendios en zonas forestales. La crisis actual pone en evidencia la necesidad de reforzar las políticas de conservación y gestión del fuego en el país.
México enfrenta una situación crítica que requiere una respuesta coordinada entre gobierno, sociedad y organismos internacionales para minimizar daños y garantizar la recuperación de los ecosistemas afectados. La prevención y concientización son claves para evitar que esta tendencia continúe agravándose en el futuro.
