Hoy, el cielo se vestirá de plata con la "superluna de la cosecha", cuando la Luna se acerque más a la Tierra (perigeo) y su luz parezca abrazar el mundo.
Su resplandor será un 13 % más intenso y su tamaño un 7 % mayor que el de una luna común.
Antiguamente, los agricultores la esperaban para recoger sus frutos, guiados por su brillo generoso. Hoy, sigue siendo símbolo de plenitud y gratitud: recordatorio de los ciclos que terminan y renacen. Bajo su luz, el alma se aquieta y comprende que todo lo vivido -también es cosecha-.
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A disfrutar la vista @inakiaa