Alebrijes en Cuadratines
Adrián Chavarría Espinosa
Una de las estrategias mediáticas más exitosas en la administración de Andrés Manuel López Obrador ha sido la de realizar de lunes a viernes las llamadas conferencias de prensa mañaneras, donde el presidente se ha dedicado a marcar la agenda político-electoral en el país, pero sin cumplir con sus presuntos objetivos de informar a la población de asuntos públicos relevantes y de mantener una presunta comunicación circular.
Son varias las observaciones. Una es que, contra lo supuestamente expresado, aunque se proporciona información no es la que debería proporcionarse a los mexicanos, sino la que impulsa el presidente para intentar quedar bien ante la población. Es decir, se tocan asuntos que le interesan en particular dar a conocer, pero no a la sociedad en general ni a los periodistas asistentes al Salón Tesorería de Palacio Nacional.
Y aquí es donde se presenta otra observación. Afirma que existe una comunicación circular, donde los reporteros formulan preguntas relacionadas con diversos temas nacionales e internacionales, en espera de una respuesta directa y congruente, pero la realidad es que el mandatario prefiere expresar largos circunloquios, dar ejemplos poco ilustrativos, hablar demasiado pausadamente para finalmente no dar una respuesta concreta.
Y cuando se le insiste en un tema o se le presentan cuestionamientos directos, a los cuales prefiere evadir, sale con su frase de ’yo tengo otros datos’, para dar por terminado el interrogatorio y proceder a dar la palabra a otro reportero, preferentemente, de los conocidos como paleros, quienes por lo regular no objetan y solo prefieren plantear asuntos a modo para el lucimiento personal de López Obrador.
Incluso, aunque en sus disertaciones dice que hace uso de su derecho de réplica, nunca ha prestado el foro para que otros, quienes se sienten agraviados con sus menciones, acudan a dar su versión o punto de vista sobre temas donde han sido implicados, entonces sucede una evidente inequidad.
Además, como el presidente maneja los asuntos a su gusto, se presta también a crear ’cortinas de humo’ o distractores con los temas ahí presentados. Es decir, alienta cuestiones para crear polémicas a fin de que en los medios informativos y la opinión pública se omitan otros trascendentes, como ahora sucede con la reforma judicial y se omite la discusión sobre la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados federal.
Pero ya se termina el sexenio de López Obrador y resulta inminente que el primero de octubre Claudia Sheinbaum asuma la presidencia de la república. Una de las preguntas a la próxima administración sería: ¿continuarán las ’mañaneras’?
Por un lado el actual inquilino de Palacio Nacional le ha ’recomendado’ a su sucesora mantener esas conferencias de prensa. Según lo esperaría sería bajo las mismas condiciones actuales, pero la exjefa de gobierno capitalino inicialmente ha aceptado continuarlas pero desconozco si lo hace por obligación o por convicción.
Y aunque para López Obrador resultaría ideal mantener el mismo esquema de sus mañaneras, Sheinbaum pretende darle su estilo personal, para lo cual anunció que ya se realizó una encuesta acerca de cómo deberían ser sus conferencias mañaneras.
Explicó que una aplicada a mil 200 personas sus resultados indicaron que 33.1% votó a que se realicen a diario las conferencias, y el 45% se efectúe entre las siete y nueve de la mañana; el 29.3% propuso que las conferencias sean nocturnas, es decir entre las ocho y diez de la noche; el 11.6% entre las nueve y las once de la mañana; el 8% recomendaría que fueran vespertinas, es decir entre las cuatro y seis de la tarde; por último, el 6% aceptaría que fueran al mediodía, es decir entre las doce del día y las dos de la tarde.
Sobre los asuntos a tratar se destacó que seguridad encabezó la lista con 33%, y después salud (15.9%), economía (12.3%), educación (11.2%) y todos 9.7%. Acerca de los temas que la ciudadanía desea se den a conocer sería, primero. sobre la situación del país con un 36.2%; avance de ocasiones y proyectos de gobierno 22.9%; preguntas ciudadanas 15.7%, entre los asuntos destacables.
En fin, a menos de tres meses de que asuma la presidencia, aún existen varios puntos por detallar. Por ejemplo, Sheinbaum aún considera la posibilidad de vivir en el Palacio Nacional, al argumentar que es donde se desarrollará gran parte de sus actividades laborales, así como la designación de titulares del llamado gabinete ampliado.
Entonces es casi seguro que las conferencias de prensa diarias continuarán, el chiste será ver cómo se desarrollarán ahora, aunque deberá de mostrar mayor independencia de López Obrador. Ojalá y no suceda como en los debates entre las candidatas presidenciales, cuando el político tabasqueño se ’molestó’ porque Sheinbaum ’omitió’ destacar los logros presidenciales y ahora también le ’recomiende’ siga reconociendo los ’logros’ alcanzados en su gobierno.