Hoy la justicia para Victoria Salazar está en riesgo. El pasado 31 de marzo el juez de Control y de Juicio Oral Penal de Primera Instancia del Distrito Judicial de Tulum, Quintana Roo, nos notificó que el próximo 4 de abril se llevará a cabo una audiencia sobre el caso en la que se revisará la continuidad de la detención de las cuatro personas acusadas del feminicidio de Victoria.
Victoria, mujer salvadoreña reconocida como refugiada en México desde 2018, fue asesinada en la vía pública por cuatro policías municipales en Tulum, Quintana Roo, el 27 de marzo de 2021. El video de su muerte se viralizó y los gobiernos de México y El Salvador se comprometieron a que la justicia llegaría a su familia. Hoy la impunidad podría ganar.
La Fundación para la Justicia (FJEDD), Asylum Access México y el Instituto para las Mujeres en la Migración, AC (IMUMI) en calidad de representantes de la familia de Victoria y organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres en la migración, hacemos un llamado al Poder Judicial para que no se permita que la impunidad gane y el acceso a la justicia para Victoria y su familia nunca lleguen.
’En sus manos está que las mujeres en este país, independientemente de su nacionalidad o situación migratoria, sigan creyendo en la justicia y tengan la certeza de que los responsables de sus violencias responderán ante la justicia, lo cual es responsabilidad del Estado. Exigimos que se cumpla con el compromiso asumido, de que el caso no quede impune, garantizando el debido proceso y el derecho de la familia de Victoria a la verdad, justicia y reparación. Las mujeres merecen justicia, en este país que cobra la vida de 10 mujeres cada día’.
Hace apenas una semana, el 27 de marzo, se cumplieron dos años del feminicidio de Victoria. Ese mismo día, 39 migrantes perdieron la vida en un incendio en la estación migratoria de Ciudad Juárez, Chihuahua, muertes que como la de Victoria, pudieron evitarse. Esperamos que el enojo y la indignación nos alcance para lograr que Victoria y su familia, así como las familias de los 39 migrantes muertos en el incendio, obtengan justicia y que el Estado garantice la no repetición de tan lamentables hechos.
Victoria no murió, a Victoria la mataron, y su feminicidio no puede quedar como un ejemplo más de impunidad, de discriminación y de desigualdad. Hasta que la dignidad se haga costumbre.
