Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Con motivo del Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro, el pasado martes se realizaron en la Ciudad de México diversas manifestaciones públicas, donde nuevamente un grupo de mujeres vestidas de negro y encapuchadas generaron acciones violentas no solo contra inmobiliario urbano también contra personas.
De acuerdo con el reporte emitido por Marcela Figueroa, subsecretaría de Desarrollo Institucional de la de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, fueron en total 37 personas lesionadas, entre ellas 27 mujeres policías –cuatro de ellas requirieron traslado a un servicio médico para una mejor atención a sus heridas–, una servidora capitalina y nueve civiles, cinco mujeres y cuatro hombres.
Lo grave es que esas ’feministas’ iban armadas con martillos, palos y mazos usados para sus labores destructivas y para agredir a las personas, a quienes podrían provocarles lesiones graves y quizá hasta mortales. Pero en tanto ellas se sienten en plena libertad para cometer sus violentas acciones, se quejan de haber sido repelidas con gases, polvo químico de extinguidores y hasta de que les lanzaron petardos para evitar llegaran a Palacio Nacional.
Mientras uno de los civiles fue atacado cuando tuvo la mala suerte de atravesarse en su camino, en el caso de las mujeres policías, aunque podría sonar repetitivo pero ellas también son mujeres, tanto madres como hijas de familia, quienes desempeñan una labor poco grata al quedar expuestas normalmente a todo tipo de agresiones, desde verbales hasta físicas.
Esas encapuchadas –una minoría que, lamentablemente, resultan ser las más visibles por su actuar–, no pueden argumentar que se les ha impedido expresarse libremente pero usar herramientas pesadas para sus ataques podría configurarse como un agravante debido al tipo de heridas que pueden provocar, por ello esas acciones no deben quedar impunes.
Realmente esas supuestas feministas no pueden argumentar que defienden causas en favor de su género, sencillamente porque no respetan a las mujeres policías.
Las autoridades deben realizar trabajo de inteligencia a fin de detectar y ubicar a estas feministas para evitar sus violentas agresiones con mazos y martillos, lo cual perjudica las exigencias sociales demandadas por quienes expresan sus inconformidades.
Se podrá o no estar de acuerdo con todas las peticiones de las verdaderas feministas, están en su derecho de expresarse, pero lo que se debe evitar a toda costa es la violencia, ya que ella solamente genera más violencia y no ayuda a resolver ningún conflicto político y social.
