Han pasado dos días desde el asesinato de Javier Valdez, cronista sobre el narcotráfico en Sinaloa, y finalmente el presidente de México Enrique Peña Nieto anunció que tomará medidas extraordinarias para proteger a los periodistas, aunque parece que ellos no le creen.
Esta mañana en la residencia oficial de Los Pinos, se llevó a cabo una reunión entre el mandatario y los gobernadores de todo el país. Después llamaron a una conferencia de prensa con decenas de medios mexicanos e internacionales. Al pedir un minuto de silencio para los compañeros caídos, los periodistas presentes respondieron con gritos.
"¡No más discursos! ¡Justicia! ¡Abre los expedientes!", fueron algunas de las exigencias de los periodistas que acudieron, como es habitual, a cubrir la agenda del mandatario mexicano.
Muy formales, de traje, corbata, con cámara y libreta en mano, desde sus lugares le exigieron al mandatario mexicano dejar de lado los discursos y tomar acciones.
Y es que el asesinato de Javier Valdez sólo es el más reciente: en México desde enero de este año, han sido asesinados a cinco periodistas según la organización Artículo 19, aunque los medios locales contabilizan seis.
A Javier Valdez, la lanzaron 12 balazos en una calle de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, uno de los lugares más violentos, cuna del cártel de Sinaloa, fundado por el ahora extraditado narcotraficante, Joaquín ’El Chapo’ Guzmán.
A esta conferencia Peña Nieto también invitó a los embajadores de distintos países y frente a ellos dijo que trabajarán para que la muerte de periodistas no quede impune y se localice a los responsables.
Esta reunión, según el discurso del presidente mexicano, debe darle esperanza y tranquilidad a los periodistas, aunque al evento no fue convocado ningún representante de medios de comunicación o defensores de derechos humanos.
Incómodo, con el rostro desencajado cuando los gritos se hacían escuchar, respondió que entendía la indignación, se solidarizaba y expresaba sus condolencias. Sentenció que cada crimen contra un periodista es un atentado contra la libertad de expresión y a la ciudadanía.
"Queremos darles la esperanza y tranquilidad de que el Estado Mexicano y los órdenes de gobierno estamos resueltos a dar con los responsables de quienes hayan cometido estos hechos tan lamentables como haber privado de la vida a quienes se encontraban en el ejercicio de su tarea periodística", dijo.
Sin embargo de los cinco asesinatos cometidos, sólo en uno de ellos se detuvo a un responsable, los demás siguen prófugos de la justicia y en algunos casos ni siquiera se conoce la identidad de los asesinos.
El mandatario anunció acciones para garantizar la protección de los periodistas mexicanos: la primera será fortalecer la estructura y presupuesto asignado al Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.
La segunda medida engloba varias relacionadas con la impartición de justicia: se establecerá un esquema nacional de coordinación con las entidades federativas y un protocolo de operación para coordinar acciones, que según Peña Nieto, harán frente para reducir las situaciones de riesgo.
Fortalecerán la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión a través de medidas como la contratación de personal, capacitación de ministerios públicos, de policías y peritos.
También ser revisarán e impulsarán las investigaciones en proceso. Peña Nieto también dijo que apoyará a las entidades en la creación de unidades o ministerios públicos especializados en materia de libertad de expresión.
"México tiene que distinguirse en el mundo por ser un lugar donde se defiende la libertad de expresión", aunque Peña Nieto no ha logrado este objetivo. Según la organización Reporteros Sin Fronteras ser periodista en México es incluso más riesgoso que ejercer este oficio en Afganistán.
