Hunde sus raíces en antiguas tradiciones paganas europeas, cuando los pueblos del norte decoraban árboles perennes durante el solsticio de invierno como símbolo de vida, resistencia y renovación frente al frío y la oscuridad.
Con la expansión del cristianismo, esta costumbre fue reinterpretada y adoptada con un sentido religioso. En el siglo XVI, en Alemania, comenzaron a decorarse abetos dentro de los hogares con velas, frutas y ornamentos, aludiendo a la luz de Cristo y a la abundancia espiritual.
La tradición se difundió ampliamente impulsada por príncipe Alberto y reina Victoria. Hoy, el árbol navideño simboliza unión, esperanza y celebración compartida.
*Tengamos una gran navidad @inakiaa