Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Cuando una persona se compromete a desarrollar un determinado trabajo, acuerda con quien lo contrata cumplir con una serie de obligaciones a fin de ejecutar en tiempo y forma con las responsabilidades fijadas. Con la pandemia de covid-19 se estableció el llamado ’home office’, es decir, en la medida de lo posible, laborar en la casa vía internet para evitar más contagios.
Afortunadamente, la emergencia sanitaria por esta enfermedad concluyó el 9 de mayo de 2023, con lo cual al menos en teoría, todas las actividades laborales deberían haberse reanudado de forma presencial. Sin embargo, no sucedió así en todas las modalidades laborales y, por ejemplo, legisladores federales no solo continúan trabajando a distancia, sino también se resisten a regresar a debatir y aprobar leyes en sus correspondientes cámaras.
Incluso, se han dado casos de diputados morenistas, como Cuauhtémoc Blanco, quien prefiere jugar pádel, según él, ’por prescripción médica’, que acudir al Palacio Legislativo de San Lázaro, o el de Merylin Pozos, quien consideró injusto tener que pagar vuelos para ir a trabajar dos días a la semana, pese a tener un sueldo mensual de cerca de cien mil pesos.
Ante ello, Ricardo Monreal, coordinador de los diputados guindas, les ha jalado las orejas a esos legisladores y los ha instado a acudir de forma personal a todas las sesiones de trabajo. No se debe olvidar que a los legisladores federales se les otorgan apoyos para trasladarse, ya sea por tierra o en avión, para ir a ’trabajar’ presencialmente.
Incluso, hay otros como Adán Augusto López, coordinador de los senadores de Morena, quien a pesar de estar presente en las sesiones legislativas, ignora los debates y prefiere mejor seguir eventos deportivos vía internet en su tableta electrónica.
Y a pesar de que los diputados tienen un gran sueldo más otra serie de prestaciones y apoyos, se han propuesto un nada despreciable aumento salarial mensual de 99 mil 457 pesos a 108 mil 935 pesos en 2026, que sería de 9.53% casi tres veces el monto de la inflación, lo cual representaría 113 mil 739 pesos para cada uno de los 500 integrantes de la Cámara, y pasarían de percibir un millón 193 mil 485 pesos netos anuales, a un millón 307 mil 224 pesos.
Aunque no se ha oficializado este incremento, no existe por el momento declaración alguna de que no se vaya a concretar o a rechazar.
Los diputados se postulan para trabajar en beneficio de los mexicanos, quienes finalmente son contratados a través del voto ciudadano y, en caso de incumplir, entonces exigirles su dimisión y llamar a sus suplentes, en espera de que sean más responsables.
Todo ello lo debemos considerar al momento de sufragar por quienes aspiren a algún cargo público o formar parte del Congreso de la Unión y si realmente no desean trabajar, entonces ni siquiera deberían aspirar a ser postulados por algún partido político.