Procesiones y misas, en muchas comunidades, se realizan procesiones en honor a San Isidro. Los fieles llevan imágenes del santo en procesión por las calles, seguidas de una misa en su honor.
En algunas regiones sale el párroco del pueblo en procesión con los campesinos, a pie o a caballo, en carretas para bendecir los campos, los agricultores llevan sus herramientas de trabajo (como arados, semillas y aperos) a la iglesia para que sean bendecidas. Luego, se dirigen a sus campos y rocían agua bendita en las tierras para pedir una buena cosecha.
En otras regiones de Mexico se realizan Fiestas y ferias, en algunas localidades, se organizan ferias y fiestas populares en honor a San Isidro. Estas pueden incluir música, danzas, juegos, comida y actividades para toda la familia.
Ofrendas y agradecimientos, los agricultores agradecen a San Isidro por las cosechas pasadas y piden su protección para las futuras. Algunos dejan ofrendas en los altares o capillas dedicados al santo.
San Isidro Labrador fue un humilde campesino que llevó una vida de trabajo duro y honesto.
Su único oficio era cultivar tierras ajenas como jornalero, y se ganaba el pan con el sudor de su frente. Sabía escoger las semillas, limpiar y arar las tierras, sembrar en el momento adecuado aprovechando las lluvias, cuidar los brotes y cosechar con alegría y agradecimiento a Dios.
La tradición cristiana y el sincretismo con las culturas indígenas en México lo reconocen como uno de los principales patronos de los campesinos y trabajadores agrícolas.
En comunidades como Cinco Palos, Veracruz, se realizan procesiones y se bendicen los campos, pidiendo lluvias para una buena cosecha. El culto a San Isidro también se lleva a cabo en comunidades indígenas de Oaxaca, Puebla, Veracruz y Morelos.