Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Aparentemente el mayor deterioro del PRI se registra no por hechos o dichos de otros factores y adversarios políticos externos, sino a lo que sucede en su interior, incluso con acciones promovidas desde su presidencia, encabezada por Alejandro Moreno, el exgobernador de Campeche, también conocido como ’Alito’.
El hecho más reciente es la remoción de Miguel Ángel Osorio Chong como coordinador de los trece integrantes de la fracción priista en el Senado, donde fue sustituido por Manuel Añorve, político totalmente identificado con Moreno político que, de forma encubierta y por supuesto negándolo, promovió este ajuste.
’Alito’ ha hecho todo lo posible –incluso, podría decirse que hasta lo imposible– para lograr el control absoluto del PRI para su beneficio personal. Incluso violar estatutos partidistas para prolongar su mandato hasta el próximo año cuando su periodo termina en agosto próximo.
Recuérdese que meses antes se autoproclamó como aspirante a la candidatura presidencial por parte de la alianza opositora a Morena, pero sin recibir un respaldo favorable a su deseo, pero tampoco puede descartarse que próximamente intente revivir ese propósito.
Moreno logró, poco a poco, asumir el control del PRI a través de su Consejo Político Nacional, en diferentes comités estatales así como en la Cámara de Diputados federal, donde tiene el respaldo incondicional del coordinador Rubén Moreira, pero en el Senado Osorio Chong se mantenía en su contra. Ahora, el exgobernador hidalguense aunque ya se declaró independiente y posiblemente se una al Grupo Plural, anticipó que permanecerá en el PRI.
Tras asumir su nueva responsabilidad Añorve se comprometió a trabajar de manera coordinada con la dirigencia nacional del partido y la fracción priista en la Cámara de Diputados ’a fin de llevar adelante los temas de la agenda legislativa’, sin olvidar que ’fortalecerá el bloque de contención!, integrado por partidos de oposición y el Grupo Plural, así como apuntalar los trabajos de la coalición ’Va por México’ en el Senado con las bancadas del PAN y del PRD.
Anteriormente se tuvo una experiencia similar, cuando Roberto Madrazo coptó al partido para sus propósitos, en particular ser candidato presidencial en 2006, donde por primera vez el PRI quedó en un inédito tercer sitio de preferencias ciudadanas.
Podrán decirse muchas cosas del PRI, tanto positivas como negativas, pero de ninguna forma se merece que un pésimo político como Moreno siga resquebrajando al partido y logre terminar con toda su historia únicamente para sus intereses personales.
