Demandas de la CNTE

Ante la próxima celebración del Día del Maestro, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) no solo ha reanudado sus paros de labores y marchas en diferentes ciudades del país, como acostumbran, buscan presionar a las autoridades educativas federales y estatales para ver cumplidas sus demandas laborales y salariales.
Fue el pasado lunes cuando dirigentes de los maestros inconformes sostuvieron una reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien escuchó sus demandas pero sin comprometerse a nada en concreto, por lo tanto amenazaron con un paro nacional indefinido de labores aunque sin confirmar la fecha precisa para concretar esa medida.
Yenny Aracely Pérez, secretaria general de la Sección 22 de la CNTE, señaló que no se pueden considerar las respuestas del presidente como logros, lo cual sucederá cuando, dijo, se abrogue la reforma educativa, los maestros puedan jubilarse por años de servicio, el pago a jubilados sea en salarios mínimos y no en UMAS, al existir un aumento salarial significativo para el profesorado, entre sus constantes demandas.
Aunque la respuesta a la petición de incremento salarial se les informaría hasta este miércoles 17 de abril, además de que la promesa no resultó suficiente para los maestros de la CNTE y ante las posibilidades reales de que sus demandas no serán satisfechas, anunciaron los preparativos para un paro de labores de 48 horas los días 22 y 23 de este mes de abril, así como la suspensión de actividades de 72 horas los días 6, 7 y 8 de mayo próximo.
Sin embargo, hay varios puntos por aclarar, siendo uno de los más relevantes que pese a considerarse una organización de nivel nacional y convocar a un paro en todo el país, su influencia y alcance se limita a unos cuantos estados, principalmente Oaxaca, sede de la sección 22, y la Ciudad de México, de la sección 9, y en menor cuantía en otras entidades.
Así, el citado lunes, además de la manifestación en la Ciudad de México, hubo otras en ciudades Baja California, Guerrero, Chiapas y Durango, pero las mayores marchas sucedieron en los estados de Oaxaca. donde al suspenderse las clases en trece mil escuelas, resultaron perjudicados casi un millón de estudiantes, y en Guerrero, donde por el paro en 117 planteles, se quedaron sin clases unos 27 mil alumnos.
Muchas demandas de los afiliados a la CNTE podrían ser legítimas, el problema es que aunque se les concedan todas, siempre buscarán nuevas para seguir con sus movilizaciones, ya que sus fines son políticos y para nada se interesan en elevar la calidad educativa.