Consideraciones erradas

Al seguir con el ejemplo de Andrés Manuel López Obrador, la actual mandataria Claudia Sheinbaum publicó su primer libro de tipo político titulado ’Diario de una Transición Histórica’, donde expresa sus reflexiones en las reuniones que sostuvo con el expresidente durante los cuatro meses transcurridos desde que ganó la presidencia hasta su toma de posesión.
Sinceramente confieso que no lo he leído ni tengo el mínimo interés por adquirirlo, pero varios columnistas y analistas ya lo han hecho y expresado sus puntos de vista. De entre los comentarios publicados por la columnista Viri Ríos, donde resalta las opiniones y apreciaciones personales de la presidenta.
Viri Ríos (Viridiana Ríos) es politóloga y analista mexicana, doctora en Gobierno por la Universidad de Harvard y licenciada en Ciencias Políticas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), colaboradora en varios medios impresos y electrónicos, escribió su columna titulada ’No es normal’ en el periódico Milenio del pasado 25 de octubre, de cómo valora a varios morenistas en activo.
En sus colaboraciones la analista ha demostrado sus simpatías hacia la cuarta transformación y sus integrantes, por lo cual no puede ser calificada como una crítica negativa, razón por lo cual sus puntos de vista deben ser valorados desde esa perspectiva.
Textualmente Ríos escribió acerca de los compañeros de su movimiento: ’En muchas ocasiones, cuando los recuerda, suele agregar dos o tres halagos. Por ejemplo, a Cuitláhuac García lo describe como un hombre honesto, a Rocío Nahle como una mujer de carácter, a Layda Sansores como una persona de valentía excepcional, a Mara Lezama como una mujer con gran sentido político, por mencionar algunos calificativos’.
Sin embargo, esas apreciaciones presidenciales resultan cuestionables ya que ellos en lo particular no se han distinguido por su positivo desempeño: Cuitláhuac García ha sido denunciado por diversas irregularidades administrativas durante su mandato; a Nahle se le ha señalado de no haber actuado correctamente antes, durante y después de las inundaciones por lluvias; a Sansores se le ha mencionada de frívola e irresponsable, además de recurrir a actos legaloides para censurar a medios informativos que le incomodan.
La periodista cita que Sheinbaum describe a otros políticos de forma menos afectiva: ’Por ejemplo, a los compañeros Adán Augusto y Ricardo Monreal apenas y los menciona. Al gobernador de Sinaloa, San Luis Potosí u Oaxaca los califica con apelativos simples’.
Estas menciones son más que suficientes para ratificar mí desinterés por el libro de Sheinbaum, porque de mantenerse así todo el texto la conclusión es que tiene apreciaciones equivocadas, no solo de políticos también de situaciones políticas, económicas y sociales.
Lo peor es que muchas de sus acciones y programas no son propias sino herencia de López Obrador, por lo que resulta necesario que deje de solapar y defender a funcionarios que en lugar de ayudarle le resultan un lastre. Resulta necesario que rectifique en sus puntos de vista y desarrolle un gobierno más personal porque la historia la juzgará a ella por lo que haga o deje de hacer, sin considerar si fueron decisiones propias o solo acató órdenes de su antecesor.