Para aquellos quienes dudan de los efectos del cambio climático –como Donald Trump–, el Servicio de Cambio Climático Copernicus, también conocido como C3S, ha confirmado que 2024 no solo fue el año más caliente registrado, además ha sido el primero en cruzar la temida temperatura media mensual global de 1.5° Celsius de los niveles preindustriales.
Samantha Burgess, directora estratégica de Clima en el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio, emitió la alerta de que ’cada año de la última década se ha situado entre los diez más cálidos jamás observados. El promedio de los últimos dos años ya supera el nivel de 1.5° Celsius fijado en el Acuerdo de París.
Agregó que estas elevadas temperaturas, las cuales representan un incremento de 1.6° respecto al promedio estimado entre 1850 y 1900, han provocado no solo olas de calor, también precipitaciones extremas, perjudicando a millones de personas en diversas partes del mundo.
Además. el calor en los océanos también batió marcas. De acuerdo con cálculos del C3S la temperatura promedio anual de la superficie marina tuvo un máximo histórico de 20.87°
Kevin Trenberth, científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de Estados Unidos, menciono que las temperaturas tanto la superficial media global, como la global del mar y el contenido de calor oceánico global, es decir desde la superficie hasta los dos mil metros de profundidad, sufrieron un aumento nunca antes visto. La coincidencia de los valores al alza resulta en un evento extraordinario que no había ocurrido desde 2016.
Por ello, Trenberth subrayó que 2024 fue un año de advertencias, donde tanto el frío como el calor extremo, impulsados por el cambio climático, han desatado estragos en todo el mundo, generándose graves impactos en ecosistemas, animales y comunidades humanas.
Asimismo, resaltó que por cada grado adicional de calentamiento, el vapor de agua en la atmósfera aumenta aproximadamente un 7%, amplificando aún más el impacto climático, por lo cual este efecto invernadero alcanzó niveles sin precedentes en 2024 y, en consecuencia, el 44% del planeta experimentó condiciones de estrés térmico intenso o extremo.
No debe sorprendernos que en este 2025, tal como sucedió el año pasado, en el mundo se padezcan climas extremos, con fuertes lluvias y severas sequías, sin omitir la presencia de fenómenos meteorológicos cada vez más catastróficos, razón por lo cual todos debemos tener conciencia de que el cambio climático es una amenaza real para el planeta y, en consecuencia, para la humanidad.