COSA DE PRENSA

Club Bilderberg 7

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Periodismo
Julio 13, 2020 19:16 hrs.
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Javier Rodríguez Lozano › Informativo Nacional

• Un día sin noticias Covid-19
• Medios y sus informes falsos
• Nunca cesará crítica a AMLO

¿Imagina Usted cómo sería nuestro día sin consumir noticias que insistan en aterrorizarnos con el miedo del virus que presuntamente diezma a la humanidad?

Alejandro Magno, conquistador del mundo antes que Julio César, Napoleón, el Tío Sam y el Club Bilderberg, decía que el miedo nunca ganó una batalla.

El guerrero griego que muriera con el mundo a sus pies a la misma edad de Cristo (356-323 a.C.), a los 33 años, pensaba:

-Del informe del valor de un enemigo a menudo depende el éxito de una batalla, y los informes falsos muchas veces han hecho cosas tan grandes como el verdadero coraje y la resolución.

Va un cuento.

Pero nada tiene qué ver con La peste, de Albert Camus, al fin nietzcheniano y shopenhauerian, es decir, pesimista y frustrado.

Ni con Los cuentos de la peste del marqués Vargas Llosa desde 2011 cuando el rey Juan Carlos de España le confiriera el tratamiento protocolario de Señor Ilustrísimo, que lo mismo escribía para la plebe en La guerra del fin del mundo que para la élite en esta comedia teatral.

Abrevamos este cuento de La Peste sin saber si es o no del dominio público, por lo pronto lo soltamos de nuestro ronco pecho:

’Al llegar a su casa un campesino encontró bajo un árbol una sombra que parecía ser la de una mujer harapienta, demacrada y decrépita.

’Después de ofrecerle pan y agua le preguntó quién era: ‘Soy la Peste. Voy al poblado que sigue para llevarme 10 mil almas’.

’Asustado el hombre pidió misericordia y logró que La Peste hiciera una rebaja y le diera su palabra de que solo se llevaría cinco mil.

’Con ese acuerdo aquel onírico espectro seguiría su camino.

’Al día siguiente el jornalero se entera que habían muerto más de cien mil personas por la peste.

’Desandando el camino aquella sombra virulenta descansaba otra vez bajo el mismo árbol y el angustiado campesino la increpó: ‘¿Por qué faltaste a tu palabra?’…

’La Peste, sacudiéndose sus ensangrentados andrajos, le respondió: ‘Yo no falté a mi palabra, me llevé solo cinco mil almas; todas las demás vidas se murieron de miedo’.

No habrá autopsia para cada uno de los 561,685 finados por el virus en el mundo que a las 13:35 horas del sábado 10 reportaba la Universidad Johns Hopkins, única instancia oficial que lleva la cuenta.

Pero si hubiera necropsias se vería que ese bicho no fue la causa principal; lo ha sido el miedo.

Además, nadie ha visto pilas de cadáveres como en Kosovo a los campos de concentración nazis.

¿Por qué?

Definitiva y contundentemente, por las noticias ininterrumpidas que propalan en todo el mundo los medios de comunicación 24 horas al día, con las notas de sus reporteros y los teasers de los electrónicos con que dicen al mundo no lo que pasa, sino lo que ellos quieren que la gente crea que pasa.

Todos los días fabrican una estrella de los espectáculos de la noche a la mañana, igual que al mejor equipo de futbol en un país con muchos pendientes sociales como España o Portugal, Brasil o Argentina.

O la gigantesca depresión emocional de poblaciones enteras en los cinco continentes provocada por otro de los opios de los pueblos: las telenovelas.

Camus habla en La peste de una ciudad, probablemente de la Francia arábiga de nombre Orán, donde en los 40s surgía una epidemia de la que los medios no querían hablar:

’La opinión pública es sagrada, nada de pánico’, decía el doctor Castel, colega de Bernardo Rieux, médico y cronista o el López Gatell de Camus, que destaca la sorpresa que nadie previó:

’Se creían libres y nadie será libre mientras haya plagas’.

Pasado poco más de un año en Orán ’el terror había cumplido su plazo’, se demostró que la peste había sido exilio y separación, y que aquello que llamamos destino había sido también ’pataleo inútil y obstinado miedo’.

En el virus global del 2020 hay otro héroe clandestino, el adulto mayor sobreviviente y más fuerte que nunca.

-¿Tienes miedo?-, pregunta Bernardo a la señora Reiux y ésta le contesta a su hijo:

-A mi edad ya no se temen mucho las cosas.

Y Los cuentos de la peste, de Mario Vargas Llosa, son otra cosa. Lujuria literaria o literatura lujuriosa, basada en los cuentos de Decamerón de Bocaccio, del Ilustrísimo Señor peruano que nos ofrece, no cuentos epidémicos, sino las aventuras del sexo nuestro de cada día:

’El duque Egolino (personificado en esta obra de teatro por el propio Vargas Llosa, el de ’la dictadura perfecta’) cuenta que el viernes 28 de marzo del año del Señor de 1348, ’entre la hora nona y las vísperas… tuve el primer chorro de sangre por la nariz’.

Ahí empezaba la peste.

En el capítulo XIX Se levanta el cerco, Pánfilo se cuestiona: ’¿Qué puede significar eso sino que ha terminado la peste’.

Cualquier semejanza con este 2020 es mera coincidencia. Bocaccio adelantó lo que para el próximo año conocerá el mundo:

’Era un acto de pura desesperación, un manotón de ahogado y, sin embargo, funcionó’.
Se sabe que desde 2012 el Club Bilderberg previó la decadencia del neoliberalismo y la globalización, porque ya nadie puede pagar sus usureros créditos como las deudas externas de Grecia y Argentina, su manotazo en la mesa se llama el virus de Wuham y le está funcionando…

Cambiemos de tema: Alguien, no sabemos si Jesús Ramírez o Raúl Correa a aquél, pero alguien tiene que decirle al presidente Andrés Manuel López Obrador que la prensa no dejará de criticarlo nunca.

Ni retirándole toda la publicidad, como ya demostraron en sus tiempos Obregón con sus cañonazos de 50 mil pesos y López Portillo que nunca dejó de pagar aunque le pegaran.

Ni Proceso y Reforma, que han funcionado mucho tiempo sin publicidad oficial, pero sí privada, como desde el 1 de diciembre de 2018 funcionan El Universal y Milenio, y todos los demás grandes medios.

El dinero del sector privado sobra, vía Grupo Monterrey-Bilderberg.

Bilderberg es igual a Bill Gates, George Soros, Henry Kissinger, la ONU, OMS, OTAN, Comunidad Europea, Banco Central Europeo, FMI y Banco Mundial, la Universidad Johns Hopkins, The New York Times, El País, Le Monde, Times de Londres, NBC, CNN, Grupo Monterrey, Televisa, TV Azteca, Grupo Imagen, entre muchos otros grandes empresarios y medios.

LA COSA ES QUE…

La prensa mexicana forma parte de la prensa mundial y ésta está alineada al Club Bilderberg. De nada sirve criticar a la prensa, como ayer en su mensaje el Presidente AMLO, es pérdida de tiempo. Hay otras formas, menos combatir la violencia periodística con la violencia presidencial. Que se pregunte a quien sabe cómo responder a los excesos de la prensa, no es infalible; qué tal.

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