Casi cuatro años de gobierno de la 4T; algo más que incumplimientos de promesas y compromisos.

A punto de cumplir cuatro años de gobierno, no sólo en el aspecto económico, las promesas de campaña y los compromisos de AMLO al asumir la presidencia se han incumplido; algunas incluso, han resultado exactamente lo mismo que se negaba en un inicio, por ejemplo, aquella en la que sostenía que: ’Se aplicará una estricta política de austeridad republicana. No habrá amiguismo, nepotismo e influyentismo, ninguna de esas lacras de la política. Serán transparentes la nómina y los bienes de los funcionarios públicos y de sus familiares cercanos’. Eso quedó en puras palabras; en los hechos, son del conocimiento público los negocios de los familiares, desde los hijos, hasta los hermanos y demás parientes de presidente: José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alfonso; Felipa Obrador y Concepción Falcón.
Lo mismo ha sucedido con aquella promesa que dice: ’Estará prohibido y se convertirá en delito grave, sin derecho a fianza, la corrupción, el robo de combustible, la portación ilegal de armas de fuego, la falsificación de facturas para la evasión fiscal, el fraude electoral, la compra de votos y el uso de presupuesto para favorecer a candidatos y partidos’. De acuerdo con las cifras del INEGI, la corrupción aumentó 3,6% en los últimos años, manteniendo a nuestro país como el peor evaluado de las 38 naciones que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (CEPAL). La penalización no ha detenido el robo de hidrocarburos, la potencia de fuego del narcotráfico se ha incrementado gracias a la adquisición de armamento moderno, las prácticas electorales fraudulentas continúan ahora bajo el sello de la 4T y el uso del presupuesto para favorecer a los candidatos oficiales del partido guinda, se practica ahora bajo la modificación de los programas de apoyo directo hacia ciertos sectores de la población, los que les son más redituables políticamente.
En lo que corresponde al aspecto político, también los compromisos son un ejemplo de la demagogia con la que se expresa la esencia de la política al servicio de las clases pudientes; hacer que el pueblo escuche lo que le emociona, pero en la práctica, realizar completamente lo contrario. Así, el gobierno morenista ha tratado de ganarse la aprobación de la mayoría de los mexicanos y al mismo tiempo, ha querido mantenerle ocultas las causas que han llevado a nuestro país a una de las peores crisis económicas que han causado mucho daño ya, en las condiciones de vida de la mayoría de la población. El señor presidente y los integrantes de su proyecto, tienen presente que, si no se utiliza este recurso engañoso de halagos y mentiras hacia el pueblo, la farsa con la que se ha conducido este gobierno, caerá y los trabajadores, al conocer las verdaderas intenciones de la 4T, comenzarán a establecer las bases para la organización y concientización.
Por ejemplo: ’no se perseguirá a nadie’. Compromiso con el que se pretende encubrir la ofensiva contra las organizaciones sociales y su labor concientizadora. Cada mañana, el señor presidente emite mensajes que generan el odio hacia todos aquellos que adoptan una postura crítica ante la política aplicada por él y dictada desde las reuniones con los grandes empresarios. No necesita firmar alguna disposición judicial en contra de ninguna persona en particular para que se le hostigue, se le estigmatice como un indeseable y se justifique cualquier atentado contra su integridad. Debemos recordar el caso más reciente ocurrido a nivel internacional, contra el escritor británico estadounidense de origen indio y los ataques crecientes contra los comunicadores y sus medios; esa es una muestra suficiente de lo que sucede cuando desde los gobiernos, de forma irresponsable se declara a una persona u organización como enemiga; en el caso de nuestro país, del fallido proyecto de la 4T.
La fórmula es sencilla: basta con ser exhibido en sus conferencias matutinas o mencionado alguna vez para que el mensaje se expanda a través de los medios de comunicación y se fije en el pensamiento de la población que sigue creyendo a ciegas, en los discursos y promesas matutinas de López Obrador. Es la aplicación, a nivel nacional, de los principios de la llamada guerra suave, diseñada por el imperio para aplicarse en contra de las luchas de liberación de los pueblos.
En ella, el señor presidente adopta una postura encubierta, desde la cual se expresan sus puntos de vista, que pueden parecer superficiales y cotidianos, pero sin dejar de atacar; el propósito es inducir a la población a identificar a un enemigo, hacerlo suyo, sin considerar que este adversario ha sido previamente establecido como objetivo primordial, por oponerse a los negocios y a los abusos de los gobernantes y de quienes se ocultan detrás de ellos. Esta intención de influenciar inconscientemente, hacer que se digieran los contenidos que contienen las opiniones y concepciones de la cúpula en el poder, no es una cuestión ingenua, está diseñada con toda intención y ha sido ensayada a nivel internacional.
El señor presidente se ha referido en 146 ocasiones a nuestro movimiento, lo que muestra que la ofensiva presidencial es permanente; no se trata de una limitación en su conocimiento de otras organizaciones sociales a las cuales pueda hacer referencia en su discurso cotidiano, sino de un intento premeditado para desprestigiar ante la opinión pública a quienes luchan sinceramente, aún en las condiciones más adversas y bajo las dentelladas de una jauría azuzada desde palacio nacional, por mejorar las duras condiciones económicas a las que se encuentra condenada la mayoría de los mexicanos.
Decir mayoría no es simple retórica; de acuerdo con los datos del investigador Julio Boltvinik Kalinka, las cifras demuestran que de los 127 millones de habitantes que tiene nuestro país, más 90 millones, cerca del 71 por ciento de la población, se encuentran padeciendo algún grado de pobreza. Además, debemos tomar en consideración que, en lugar de disminuir la cantidad de personas con problemas económicos, ésta ha aumentado en 10.7 millones de mexicanos, de acuerdo con los datos proporcionados por el CONEVAL, en los años que lleva de gobierno el proyecto de la 4T.

Así pues, no es el descuido ni la omisión para dejar sin cumplimiento algunos compromisos, algunos de ellos, sobre todo los que tienen que ver con el aspecto político, no podrán llevarlos a cabo porque de ellos depende su permanencia en el poder. Por eso su intención con la que desean que se persiga a cada uno de nosotros por el delito de ser antorchista, por pertenecer a una organización ilegal. Antes, tendrían que declarar ilegal nuestro movimiento y eso implica que el gobierno de Andrés Manuel cometa el absurdo de declarar ilegal la lucha contra la pobreza, lo cual no es difícil de creer.