Cambiar tiempos electorales

Aunque el proceso para redactar y, en su momento, aprobar una nueva Constitución Política del Estado de México, ha resultado más lento de lo que se esperaba debido al cambio de integrantes en la Legislatura local, debe seguirse adelante y concluir con éxito este proyecto, a fin de que el máximo marco legal estatal se encuentre actualizado.
Desconozco si entre los temas ya analizados o los agendados para ser discutidos más adelante, se encuentra el de actualizar los calendarios electorales a fin de que los comicios resulten más económicos y el proceso de cambio de autoridades sea mucho más rápido.
Si bien los trabajos iniciaron impulsados por el senador Higinio Martínez Miranda, respaldado por la mayoría de Morena en la Legislatura mexiquense, se logró el apoyo de las demás fracciones parlamentarias, bajo la idea de actualizar la Constitución en lugar de hacerle nuevos parches a la actual.
La Constitución vigente data del 20 de noviembre de 1917 y su última gran actualización se hizo en febrero de 1995, para entrar en vigor el 2 de marzo de ese año. Sin embargo, desde ese entonces ha tenido más de 200 decretos de reformas y adiciones que, de acuerdo a quienes la revisan, ese documento ya no responde a las necesidades actuales.
Bajo la coordinación de Mauricio Valdés Rodríguez se tienen 223 iniciativas presentadas por diversas organizaciones, de ellas 48 son de Democracia y Régimen Político, 42 de Derechos Humanos, Garantías y Protección, 31 de Igualdad Sustancial, Diversidad y Políticas de Género, siete de Desarrollo Económico, 57 de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, nueve de Seguridad y Justicia, cuatro de Derechos de los Pueblos Indígenas; 16 a Desarrollo Urbano, Rural y Medio Ambiente y nueve a Finanzas y Transparencia.
Sin embargo desconozco si entre las iniciativas presentadas y ya discutidas se encuentra el corregir el calendario para las elecciones de diputados, presidentes municipales y gobernador en la entidad, ya que se han desajustado ante una serie de circunstancias, lo que provoca mayores gastos de los normales durante los comicios.
Si bien los procesos para elegir a diputados locales y a integrantes de las 125 presidencias municipales anteriormente se realizaban el primer domingo de julio, donde la nueva legislatura iniciaba sus funciones el 5 de septiembre, como sucede actualmente, en tanto los ayuntamientos comenzaban sus funciones el 15 de agosto siguiente, es decir entre la jornada electoral e iniciar funciones no pasaban más de dos y medio meses.
Pero las condiciones cambiaron. Ahora las elecciones se realizan el primer domingo de junio y los nuevos diputados esperan tres meses para comenzar sus trabajos, pero en el caso de los presidentes municipales, ahora inician labores hasta el primero de enero del año siguiente, es decir deben esperar siete meses lo cual es demasiado tiempo.
Sucede que quienes están en funciones y enfrentan problemas administrativos y económicos ya desean salir, mientras los electos, tanto alcaldes como regidores, sienten que pasa el tiempo muy lento para asumir sus funciones.
En el caso del gobernador, también las elecciones deben ser el primer domingo de junio y el ganador únicamente debe esperar tres y medio meses para encabezar el Poder Ejecutivo, pero su desfase es que sucede un año antes de las elecciones federales para diputados federales, senadores y presidente de la república, razón por lo cual se registran procesos en dos años continuos.
Entonces lo recomendable con la nueva Constitución sería no solo empatar los tres procesos estatales –diputados, ayuntamientos y gobernador–, en una sola jornada, sino ajustar el tiempo con las presidencias municipales para reducir el lapso entre elección y toma de poder.
Mientras, en el caso de los diputados no sería necesario ningún ajuste; la propuesta para el cambio en los ayuntamientos es que con las elecciones el primer domingo de junio, entonces se debería regresar el cambio de autoridades al 15 de agosto, es decir un espacio de dos meses y medio que sería mucho menos de los actuales siete meses.
Respecto a la elección de gobernador en diversas entidades se ha legislado para que un mandatario asuma el poder por espacio de pocos años para empatar los comicios, como sucedió, por ejemplo, en Baja California y Veracruz, por eso este año se registró la jornada electoral más concurrida en la historia del país donde se renovaron quince gubernaturas.
La propuesta sería que en la nueva Constitución se incluyera un artículo transitorio que permitiera al actual gobernador extender un año más su administración para que el siguiente fuera electo en el 2024, junto con los comicios federales o bien, que al siguiente periodo se le ampliara un año, para entonces coincidir con las del 2030.
Si bien aplicar estos ajustes ayudarían a que la organización y desarrollo de las jornadas electorales resultaran menos onerosas, también se debe admitir la existencia de intereses políticos que no estarían de acuerdo con esos cambios. Esperemos que estas propuestas sean consideradas, lo que sin duda permitirá grandes ahorros en materia electoral.