Cambiar estrategia de vacunación

Cuándo sucede un incendio el personal que acude para extinguirlo, regularmente los bomberos o elementos de protección civil, se dedican inicialmente a atacar el centro del siniestro, es decir donde se registra su parte más fuerte y se dejan las partes menos afectadas para una labor secundaria, cuando ya existe un mayor control del fuego.
Entonces bajo esa misma estrategia debería replantearse el programa de vacunación nacional contra el coronavirus, el cual en su parte inicial plantea que los primeros en ser inoculados son todos los trabajadores del sector salud, es decir desde doctores, enfermeras, personal de laboratorio, hasta elementos dedicados a la limpieza y manejo de contagiados.
Esa parte resulta correcta, a que ellos son los más expuestos por su constante contacto con los enfermos, pero lo que se debería modificar es la idea de iniciar que las personas con más de sesenta años y padecimientos crónicos, para después pasar gradualmente por décadas de edad hasta llegar a quienes tienes más de 16 años, ya que por cuestiones de protocolo no serán vacunados menores ni embarazadas.
Para cumplir con ese proyecto se plantea organizar diez mil brigadas que acudirán a todas las comunidades, incluso las más alejadas para aplicar las vacunas, en las cuales participarían tres elementos militares, dos soldados y uno de la marina para apoyar en labores de vigilancia y protección.
Aquí entra la propuesta para adoptar la forma de trabajo de los bomberos, es decir que la campaña de vacunación debería centrarse inicialmente en los actuales estados en color rojo en el semáforo epidemiológico, que en estos momentos serían la Ciudad de México, Estado de México, Morelos y Baja California, para después pasar a otras entidades en naranja bajo riesgo de pasar al nivel máximo, dejando para después a los que se encuentran en amarillo y verde.
Así serían inmunizados maestros, lo que ayudaría a regresar a las clases presenciales; trabajadores, lo que permitiría reactivar todas las actividades económicas; servidores públicos para reabrir trámites oficiales. Además, el personal militar es finito, por lo cual gran parte de ellos tendría que dejar otras responsabilidades asignadas en la seguridad pública, construcción de aeropuertos, tren maya y sucursales bancarias para apoyar las brigadas de vacunación.
Las autoridades federales, en especial las de salud, deberían analizar la estrategia de trabajo de los bomberos, al estar plenamente demostrado que funciona en siniestros, por lo cual ayudaría a agilizar el combate a la pandemia de covid-19 y retornar a la antigua normalidad.