En Radar Informativo, Serafín Soto narraba,
Las noticias del día, con fervor las relataba.
La huesuda escuchando, pacientemente esperaba,
El momento preciso en que él descansara.
"Serafín, Serafín," dijo la Catrina un día,
"Ven conmigo, a la audiencia le darás alegría."
Pero él, terco y dedicado a su labor,
Siguió informando con pasión y vigor.
"Mi querida calaca, aún no he terminado,
Las noticias del inframundo deben ser reportadas."
Y así, entre frecuencias y ecos, él se quedó,
Serafín Soto, eternamente en la radio sonó.
Entre risas y noticias, la muerte se informaba,
En Radar Informativo, su voz resonaba.