Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Se habla mucho de la excesiva existencia de todo tipo de desechos en el agua, la tierra y el aire, pero poco se considera la basura que permanece en órbita sobre la tierra y la cual resulta una nueva y preocupante forma de contaminación por el riesgo que implica su existencia para diferentes misiones espaciales, sean tripuladas o no.
De acuerdo con la Agencia Espacial Europea, se calcula existen más de 130 millones de fragmentos desde un milímetro hasta diez centímetros, así como de 36 mil de mayor tamaño todas viajan a aproximadamente 28 mil kilómetros por hora, lo cual los convierte en proyectiles de peligrosas consecuencias, que ponen en riesgo la operación segura de los nanosatélites de nueva generación.
De todo ese universo de satélites ya fuera de servicio, es decir basura, 40% fue lanzado por Estados Unidos, 28% por Rusia desde la época de la Unión Soviética, 19% por China y casi 1% por India, entre otros países que participan en la presunta investigación del espacio, sin descontar que además existen nueve mil satélites activos.
Para entender la problemática de este tipo de contaminación, debe señalarse que tan solo en el 2020 llegaron al espacio mil 283 satélites, un año récord en lanzamientos orbitales, pero se estima que para el 2030 se coloquen otros 40 mil nanosatélites de nueva generación.
Ante ello, ya operan empresas que preparan satélites diseñados para efectuar la captura y reorientación del desecho espacial, a fin de encaminarlos a su destrucción mediante el reingreso a la atmósfera terrestre. Pero también la Organización de las Naciones Unidas ha tomado cartas en la problemática y ha propuesto que todas las entidades públicas o privadas se hagan responsables de retirar los equipos que pusieron en órbita con una vida útil de 25 años.
Se debe precisar que el reto no es de carácter científico ni técnico, sino de compromiso político y de aportación económica. Por lo tanto, gobiernos y organizaciones internacionales especializadas en ciencias espaciales deberán concertar acuerdos y compromiso con autoridades y empresas de carácter multilateral, con reglas claras y obligaciones estrictas, para emprender la limpieza del espacio extraterrestre de la basura, desechos, fragmentos y objetos obsoletos que ya dieron su mejor servicio.
Si bien el espacio es ilimitado, la órbita terrestre no lo es y ya presenta niveles peligrosos de saturación, por lo que resulta necesario actuar de inmediato…