En el marco del día nacional de la abeja, que en México se conmemora el 17 de agosto, los apicultores nacionales enfrentan severas afectaciones derivadas del impacto producido por el cambio climático, el calentamiento global y la saturación de nuevas tecnologías generadoras de ondas que alteran el comportamiento de este insecto.
De acuerdo a datos oficiales, en Jalisco se producen casi seis mil toneladas de miel, que le posiciona en los primeros lugares a nivel nacional, lamentablemente, menos de la mitad se queda en la entidad, "Hace 30 años teníamos un mercado muy bueno, porque vendíamos nuestra miel en nuestro mercado, y ahora tenemos que salir a los mercados internacionales a vender nuestro producto a granel, porque el mercado está secuestrado por mieles adulteradas, eso es lo que nos afecta. La cadena no necesitaría apoyo del gobierno si se tuviera control del producto", explicó el apicultor Manuel Ruiz.
Los representantes de este sector productivo, señalaron que a nivel nacional más de 43 mil apicultores producen al año 57 mil toneladas de miel, sin embargo, apenas el 2 por ciento es el que se queda en territorio mexicano, ya que el resto (de excelente calidad) se exporta a lugares como Alemania, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos, Arabia Saudita y Japón, en contraparte, las autoridades mexicanas autorizan la introducción de productos adulterados, fructuosas y azucares simulando ser miel.
A decir del presidente de la asociación ganadera de apicultores de Guadalajara, Raúl Bravo Romero, las condiciones que enfrentan los productores de miel y derivados de la abeja en el mercado interno es preocupante ya que por cada kilogramo de miel pura de abeja que se logra vender, los falsificadores desplazan 100 kilogramos, ’Hace falta mayor educación entre el público consumidor, y aunque es difícil identificar a simple vista cual producto es 100% natural y cual no, existen características que ayudaría a seleccionar una mejor miel, su consistencia, tonos de olor afrutado, floral, amaderado, etc.’
Después de Yucatán, Quintana Roo y Tabasco; Jalisco produce los mejores rendimientos de miel por colmena, lamentablemente, los efectos climatológicos y los factores tecnológicos han propiciado que a diferencia del año 2018 cuando se registró un rendimiento alrededor de los 20 kg por colmena, actualmente este no supera los 12 kg; aunado a esta situación, la Ley en la materia que se mantiene en el senado de la república, lejos de fomentar la actividad productiva, estímulos o subsidios para quienes se dedican a la apicultura tradicional, contrariamente, presenta condiciones que amagan con sancionar hasta con 10 años de cárcel a los apicultores.
"La primera queja es que la ley pareciera que fue hecha sin apicultores. No protege al apicultor. Hay aspectos que son muy sancionadores, o sea, si tú tienes colmenas tienes que darte de alta, tienes que registrarlas, te tienes que registrar al SAT. Hay sanciones que si no les doy agua a las abejas hay cárcel entre 7 y 10 años; si no les doy el manejo adecuado, cárcel de 7 a 10 años. Sí tiene cosas buenas porque busca dar orden, pero no da apartados al fomento de la apicultura, no hay un apartado de capacitación a los apicultores", señaló Felipe de Jesús Becerra Guzmán, investigador del Sistema Apícola.
Los apicultores jaliscienses manifestaron su postura en contra de la ley general que se trabaja en la materia en el Senado. Aunque en este año se han realizado varios foros a nivel nacional (faltan un par a llevarse en Veracruz y Jalisco), apicultores expresaron la urgencia porque se tomen en cuenta todas las aportaciones para una ley de apicultura a nivel nacional, pues el proyecto que ya se ha discutido en el Senado es más punitivo y no contempla aspectos fundamentales para la conservación de abejas y los espacios naturales.
La preocupación de este sector gira en torno a que la actividad, día a día, va disminuyendo, por lo que la cantidad de colmenas también, ’los polinizadores están en situación crítica, todo mundo ubica de entre muchas especies a las abejas y en especial la que produce miel, pero no es solamente eso, se debe considerar además, que los constantes cambios de uso de suelos, invasión y depredación de su hábitat, los monocultivos, la tala irracional, la presencia de torres de señal celular, entre otros’ concluyeron.
