Maullidos Urbanos
Gato de Barrio
Las repercusiones del primer debate presidencial continuaron este martes y, muy seguramente, proseguirán en los próximos días hasta que se efectúe el segundo, programado para el próximo 28 de abril, cuando se espera que los candidatos y el INE lleguen mejor preparados.
En el caso del presidente Andrés Manuel López Obrador, el lunes en Mazatán, Sinaloa, a donde acudió a observar el eclipse de sol, sobre el debate expresó escuetamente: ’Sí vi el debate, estuvo bien, bastante bien, es lo que puedo decir. Interesante porque uno recuerda los debates en los que participé. Y bien todo en calma, todo bien, requetebien’.
Sin embargo, en la conferencia mañanera del martes cambió radicalmente de opinión y apasionadamente reprochó que la narrativa del debate fuera similar a la empleada por sus adversarios y medios de comunicación, al afirmar que están en contra de su gobierno. Señaló que las preguntas de los moderadores se enfocaron en aspectos negativos de su gobierno y puso en duda el proceso para elegir los cuestionamientos enviados por la ciudadanía al INE.
Se quejó: ’Toda la narrativa del debate fue eso, no reconocer absolutamente nada, es la narrativa de Televisa y de Azteca y del Reforma y de El Universal lo que utilizaron para hacer las preguntas en el debate con una supuesta consulta a todos los ciudadanos, dejándole a los conductores el privilegio de poder escoger qué preguntas hacer y qué mal estamos en salud, sin reconocer absolutamente nada, qué mal en educación, qué mal en todo’.
Lo que debe considerar el mandatario es que en cualquier debate de candidatos a cargos públicos se presentan las quejas e inconformidades ciudadanas, de lo que consideran debe corregirse y de ninguna forma es para echar porras o flores de lo realizado.
Por su parte, Carla Humphrey, presidenta de la Comisión Temporal de Debates, defendió el formato del debate y advirtió que se valora aplicar alguna sanción administrativa en contra de la empresa a cargo de la producción del primer encuentro por las fallas registradas, en especial por el mal funcionamiento de los cronómetros para medir tiempo de los candidatos.
Admitió que, desde su perspectiva, algunos tiros de cámara no ayudaron a apreciar el debate, pues no representaron ’ningún interés de que estuvieran al aire para la ciudadanía’.
Lo que se diga y critique en los próximos días sobre el debate deberá ser cuestionado, analizado y valorado por el INE y por los candidatos y sus asesores, para evitar repetir errores y prepararse lo mejor posible. Y es que las candidatas y el candidato presidenciales saben que los dos últimos debates resultarán fundamentales para su futuro político.
