’Me dedico a la cartonería a la elaboración de catrinas, catrines, esqueletos, hacemos muchas figuras, cráneos gigantes, cráneos medianos, perros y esqueletos de gatos".*
El arte de la cartonería fúnebre es una herencia que ahora juntamente con sus hijos y esposa, el señor Pedro trabaja durante todo el año en un taller ubicado en el Barrio de Acuitlapilco.
"Es herencia de mis padres, ellos se dedicaban a esto, desde que tengo uso de razón yo les empezaba a ayudar, éramos muchos hermanos también era un trabajo familiar como nosotros fuimos una familia de 13 hijos entre hombres y mujeres".
Yeso, periódico, engrudo, pinturas, tela, y sobre todo mucha creatividad, es lo que requiere está familia para hacer verdaderas obras de arte, las cuales tienen mayor venta en la celebración de Día de Muertos.
El trabajo familiar se realiza todo el año, sin embargo, en temporada de lluvias se complica, por lo que aprovechan cada hora de sol.
"Tratamos de ganarle a esta temporada del agua, porque ya lloviendo ya no es tan fácil de que se seque... Una catrina se forra el cuerpo manos cabeza y al otro día si esta bueno el sol se seca".
José Rodríguez, segundo hijo de tres que tuvieron Don Pedro y su esposa la señora Gina, realiza con gusto su trabajo, del cuál se siente orgulloso.
Estoy Perfilando, terminó este y empiezo otro, voy a hacer sus costillas, sus huesos;
¿Desdé los cuántos años estás tu pintando?
De chico... como de los 7... Me gusta mi trabajo, lo hace mi Papá.
¿Esto ya es herencia de tus papás ? -Sí-.
Cada una de las figuras que se elaboran en este taller, son piezas únicas, las cuales incluso llegan a ser exportadas, su costo varía según el tamaño y creatividad, los cuales pueden alcanzar un precio que va de los 300 a los 2,500 pesos o más.
