Amenazas injustificadas

Durante su conferencia de prensa de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador reprobó el que durante la conmemoración de la expropiación petrolera, en el Zócalo capitalino, se haya quemado una figura de cartón representando a Norma Piña, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, al afirmar que existen otras formas pacíficas de protestar.
Manifestó: ’Creo que hay formas de protestar sin llegar a esos extremos. Condeno esos actos, no hace falta, tenemos que vernos como adversarios, no como enemigos, y además nosotros no somos iguales a los conservadores, ellos nos ven como enemigos a destruir, no como adversarios a vencer’.
Esta agresión a la primera mujer presidenta de la SCJN se suma a otras anteriores, tanto en redes sociales donde en una imagen donde se veía una foto de la ministra con la leyenda: ’¿Problema?’ y abajo la frase: Solución y una bala. También se dio el caso de una mujer que se paró a la entrada del edificio del Tribunal Superior de Justicia, armada con una metralleta supuestamente de juguete, para insultar a la citada funcionaria.
Es decir lo sucedido el sábado no es la primera amenaza y, lamentablemente, no será la última porque los seguidores de López Obrador no se frenarán y muy seguramente habrá otras y muy probablemente más peligrosas, incluso no se pueden descartar posibles ataques físicos.
Tras lo sucedido el sábado de inmediato legisladores federales, dirigentes de partidos políticos de oposición, periodistas, analistas, agrupaciones de abogados, intelectuales reprobaron la quema de la figura de cartón y demandaron terminar con ese tipo de agresiones. Incluso Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del presidente sin citar a Piña se pronunció para que ya no haya más violencia, en particular contra las mujeres estén o no vinculadas con la política.
La verdad quien enciende esos ánimos es López Obrador quien en sus conferencias de prensa, donde un día sí y al siguiente también ataca sin bases a quien llama adversarios, pero les da trato de enemigos. Incluso el 3 de marzo, tras minimizar las agresiones contra Piña las calificó de autoamenazas, que "fueron ellos mismos" y lo culpaban de esas situaciones.
Lo recomendable es que el tabasqueño está a tiempo de frenar esas expresiones antes de que alguien, a su nombre, queriendo quedar bien o pretender favorecer a su gobierno, cometa un hecho irreparable que conduzca a mayores enfrentamientos sociales y políticos. Mas resultará difícil, casi imposible, que el mandatario cambie de conducta.