Acolman, Estado de México. - La ’Piñata Artesanal Acolman Renace’, como se le conoce, ya forma parte del patrimonio cultural de este municipio que se ubica al oriente del Estado de México luego de que el Gobierno Municipal que encabeza el edil, L.C. Rigoberto Cortés Melgoza, a través de la Jefatura de Fomento Artesanal de la Dirección de Desarrollo Económico, en conjunto con las familias de artesanos piñateros lo solicitaron ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).
Fue durante el año de 2022 cuando las gestiones del edil Cortés Melgoza llevaron a los artesanos a conseguir ese reconocimiento para el municipio de Acolman, como el lugar de origen de la piñata tradicional y artesanal.
Sin embargo, la historia enmarca el inicio de la piñata a partir del año de 1587, cuando los frayles agustinos que se asentaban en el exconvento de Acolman, se encargaron de fabricar -por primera vez-, una piñata que decoraron con colores y siete picos, esta era también la primera ocasión en que se rompía la Piñata Navideña.
El simbolismo de los frayles Agustinos consistia en que el palo representaba la fuerza para romper con los falsos deleites del mundo y los colores brillantes significaban la tentación del demonio, mientras que la fruta era percibida como la gracia de Dios que cae sobre los feligreses.
Fue en este contexto que la tradición de la piñata se entrelazó con la cultura indígena y las celebraciones prehispánicas. En el Acolman prehispánico ya existia; al inicio del (festividad que celebraba el nacimiento de la principal deidad mexica) colocaban un palo alto y, en la cima una figura de masa de amaranto del Dios Xiuhtecuhtli y una olla en cuyo interior se colocaban plumas de colores y piedras preciosas Solamente hombres jóvenes y en edad viril podían competir para llegar a la cima del palo, siendo bloqueados por los asistentes y los mismos competidores; quien lograra llegar a la cima repartia la estatua de Xiuhtecuhtli para que la gente comiera, ellos arrojaban la olla para esparcir regalos para que la gente fuese por ellos.
Hoy día, Acolman es conocido como la cuna de la piñata; más de 5 siglos han transcurrido desde el momento en el que los Agustinos la crearon con forma de estrella y siete picos que representaban los siete pecados capitales: avaricia, lujuria, gula, ira, envidia, pereza y soberbia
Esta riqueza cultural se ubica en el corazón del oriente mexiquense, esa historia fascinante que enmarca los orígenes de la piñata emana del ex convento de Acolman, ¡¡¡visítalo!!!