Una toma clandestina en un ducto de combustible de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) explotó este viernes en el estado de Hidalgo, dejando un saldo preliminar de 20 muertos y al menos 61 heridos
El fuego se desató en las inmediaciones del pequeño pueblo de Tlahuelilpan, a unos 100 kilómetros (62 millas) al norte de la Ciudad de México.
"Me hablan de 20 personas muertas calcinadas y me hablan de 54 heridos quemados que están siendo trasladados y atendidos en este momento", dijo el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, a la televisora local Foro TV.
Imágenes de televisión mostraron altas llamas hacia el cielo nocturno, mientras la tubería se incendiaba en el municipio de Tlahuelilpan, a pocos kilómetros de la refinería de Tula.
El accidente ocurrió en la tarde de este viernes.
El oleoducto al parecer explotó horas después que fue perforado clandestinamente por ladrones de combustible.
Habitantes de la localidad se habían reunido para recolectar el combustible que se fugaba.
Tomas de video captadas horas antes mostraban lo que parecen chorros de gasolina que se elevan por varios metros.
Horas más tarde, ya caída la noche, se empezaron a reportar las primeras imágenes del fuego, así como a personas huyendo despavoridas y pidiendo auxilio a gritos.
Fayad dijo que unidades contra incendios así como ambulancias de la petrolera estatal Pemex y de los gobiernos estatal y federal acudían a la zona para atender a las víctimas.
El accidente ocurre en momentos en que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ejecuta una estrategia nacional contra el robo de combustible, delito que le ha generado al país pérdidas anuales por unos 3.000 millones de dólares en el 2017 y el 2018, según cifras oficiales.